Cestari es sinónimo de tolvas autodescargables. Es una empresa familiar con casi un siglo de trayectoria, que fabrica y comercializa equipos en todo el país y el mundo, y es una de las pioneras de la maquinaria agrícola argentina.
Fundada por Don Andrés Cestari en 1927, demuestra el respeto de productores y contratistas que ven en la firma su simpleza, prestigio y amor por el trabajo que desarrollan.
En la actualidad y de manera activa, la cuarta generación de la familia luce con orgullo sus logros y están al frente de una industria que crece diariamente, impulsada por el desafío de innovar.
En ese marco, Lucila Cestari, mamá de Vera (y embarazada de Lina, que nacerá el 28/02/24), en pareja con Dino, es la tercera hija de Liliana y Néstor Cestari, y se desempeña como Auxiliar de Comercio Exterior, Responsable de Comunicación y Marketing.
HISTORIA, PRESENTE Y FUTURO DE CESTARI
En diálogo con Infocampo, la hermana de Valentina, Juan Andrés y Guido siente que se le infla el pecho cuando habla de su historia.
“Ser la cuarta generación de Cestari implica en principio una enorme responsabilidad, porque significa que soy corresponsable de mantener, continuar, e idealmente, hacer crecer 96 años de vida de una empresa familiar”, cuenta emocionada.
Lucila, que tiene 36 años y es licenciada en Comercio Internacional, asegura que su trabajo en la empresa es desafiante aunque reconoce la colaboración que tiene de sus hermanos y de su gran maestro.
“Desarrollar mi rol de la mano de mis hermanos y mi papá es un motor inagotable, porque sé que estoy acompañada de mi familia, en quienes confío plenamente”, expresó.
-¿Cuáles son los legados que le reconoces a tu padre o a tu abuelo que tanto se esforzaron por la firma y por su familia?
-Sin dudas el mayor legado son valores como familia, cercanía, compromiso, esfuerzo, permanencia y honestidad en la permanencia.
-En tu caso: ¿Cuán importante es la familia en el seno empresarial?
–La familia es fundamental, es un pilar de la empresa familiar. Para preservar una empresa familiar, tenes que preservar dos componentes: familia y empresa, y hacerlo de un modo honesto y responsable. Es difícil hacerlos coexistir y ese es el mayor desafío de una empresa familiar, al menos de la nuestra, que encima lleva de nombre a nuestro apellido. Somos lo que hacemos y en nuestro caso esto es muy literal. Y si no lo hacemos en equipo y sobre todo confiando en el otro, no seguiríamos cumpliendo metas y años. Crecemos gracias al otro. Tenemos la bendición de tener una familia que se elige y de ser familiares que eligen trabajar en Cestari. Cada vez somos más, pero el estar es una decisión.
-¿Crees en el trabajo en equipo?
-Para dar forma y formalidad a este escenario y aprovechando que hay un clima familiar y empresarial sano, hicimos hace 4 años el protocolo familiar. Es letra escrita de lo que hoy hacemos, pero aprovechamos a hacerlo ahora, preventivamente y no en un momento de crisis, y quizás tarde. Se hizo para mantener un presente sano y para que sigan creciendo ambos elementos: familia y empresa. Eso es trabajar en equipo y lo creo fundamental.
EXPANSIÓN QUE NO SE DETIENE
Definiciones, principios, sentido de pertenencia, responsabilidad, orgullo y sobre todo, proyectos. Todo eso y mucho más significan los 96 años de Industrias Metalúrgicas Cestari, mostrando a diario su compromiso con el agro argentino.
-¿Son consciente de lo que logró Cestari en sus casi 100 años de trayectoria?: respeto de los productores, seriedad, responsabilidad.
– Soy consciente de a ratos. No creo serlo del todo ni todo el tiempo. Cuando escucho 100 años de vida de una empresa familiar me llama muchísimo la atención, pero no logro apropiármelo. Quizás verlo en otro resulta más fácil de medir. Yo lo vivo tan naturalmente desde que nací y tan diariamente desde que comencé a trabajar en Cestari, que rara vez lo dimensiono.
-¿Es un privilegio trabajar en Cestari justo en este tiempo de grandes logros?
-Coincidir en estos 96 años de vida de Cestari es un gran reconocimiento, pero también una inmensa responsabilidad. Cuando veo el escenario todo me asusto un poco, porque tener 100 años en una empresa familiar argentina no es algo que se ve todo el tiempo. Primero, preservar la empresa y la familia y luego mantenerse en pie antes, durante y después de cada crisis. Nuestra historia es un valor enorme, y seguramente nos abra muchas puertas, pero mantener estos 96 años de vida no es algo fácil, ni asegurado. En el mes a mes tenemos que seguir vendiendo, exportando, pagando sueldos, capacitándonos, profesionalizándonos, invirtiendo, etc., y eso se trabaja día a día.
-¿Qué le puede aportar las nuevas generaciones de empresarios de la maquinaria agrícola al sector?
-Las nuevas generaciones le pueden aportar la novedad y el movimiento a tantos años de vida. De hecho, le aportan. Pero en Cestari estamos en transición siempre entre “viejos” y “nuevos”, entre los años de experiencia y de facultad, y ese es lo que nos da vida; y resulta en productividad y permanencia a la vez.
-¿Y qué significa el cambio constante en materia generacional, tecnológica, los nuevos paradigmas?
-Fundamental. El cambio es la constante y lo reconocemos. Ejemplo de ello son los premios y certificaciones que logramos este año. Entre noviembre y diciembre obtuvimos la certificación europea CE y fuimos premiados por los premios Ternium Expoagro en dos categorías: plata y bronce. Estos reconocimientos de afuera hacia adentro son tan necesarios y son resultado de un trabajo en equipo y sobre todo de tres tipos de ingenieros: los de carrera universitaria, los de la carrera laboral (sin título universitario, pero con décadas de aprendizaje y enseñanza) y nuestros usuarios (gran porcentaje de veces motores del cambio).
UN AÑO PARA EL ANALISIS
El pleno proceso de cambio de Gobierno en la Argentina, las empresas viven la situación con optimismo, pero aún con una alta cuota de intriga. Claro está que la intervención estatal de los últimos años dejó mucho que desear en el sector y la apuesta por una economía más desregularizada genera expectativas.
-¿Te interesa la política como herramienta social y democrática?
-Me interesa mucho la política. Estudié Ciencia Política antes de Comercio Internacional, y pese a que no me recibí, la política me gusta mucho. En otro momento de mi vida fui mucho más activa y entusiasta. Ahora estoy muy metida en la diaria de la empresa y hago política a través de ella, por ejemplo, mi participación en las cámaras sectoriales (Magriba -Maquinaria agrícola de Buenos Aires- y Cafma – Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola).
-¿Cómo puede repercutir el nuevo Gobierno en la actividad industrial y el sector agro?
– El nuevo gobierno puede repercutir en ambos sectores y claramente lo hará. El tiempo lo dirá. Todavía noto que hay mucha incertidumbre, y miedo como consecuencia, pero confío en que vamos a estar bien. Nosotros en el interior dependemos muchísimo del campo, directa o indirectamente todos estamos relacionados. Y el campo toma decisiones en base a su nivel de confianza y al clima. Así que dependemos de un régimen de lluvia bueno, rentables precios y sobre todo buenas políticas. Y Colón –ciudad de Cestari- que tiene mucho campo y mucha Industria, necesita que a ambos sectores les vaya bien.
-¿La dependencia de que a este Gobierno le vaya bien es total para el sector industrial?
-Siempre es bueno que a los Gobiernos les vaya bien. Respecto a nuestro sector, además de estar ligados al campo, dependemos de múltiples decisiones gubernamentales, esperemos que prime el principio de promoción de la industria nacional y las exportaciones.
EL ROL DE LA MUJER
En el nuevo siglo las mujeres logran un mayor reconocimiento, dado su compromiso social, su impronta de trabajo mancomunado y su inteligencia superior. El papel de la mujer como agente de cambio, preservando la equidad de género es una estrategia que para muchas empresas es fundamental.
-Hoy se habla mucho de estos temas: ¿Reconoces el rol de la mujer en el sector?
-Si, reconozco el rol de la mujer en el sector y tengo muchas amigas. Muchas están atravesando el mismo cambio generacional que yo. O sea, son hijas de dueños de maquinaria agrícola, divergiendo el escalón de generación. Naturalmente las mujeres nos vamos incorporando.
-¿Cómo desarrollan estos temas de género dentro de la empresa?
-En mi familia, mi bisabuelo fue el fundador y único socio. Mi abuelo tenía dos hermanas que estuvieron en Cestari un tiempo y después quedó solo porque ellas quisieron irse de la empresa. Mi papá también estuvo solo y fue papa de 2 mujeres y dos varones, y hoy estamos los 4 activos. Es cierto que de la generación de mi papá son la mayoría hombres, pero ya con mi generación empezamos a aparecer las hijas.
-Actualmente el liderazgo femenino se observa en la industria. ¿Es positivo?
– Por supuesto que es positivo. Desconozco cómo funcionaba el sector de la maquinaria agrícola siendo las mujeres minoría, porque no fui parte, pero yo tengo de referencia en el sector a una mujer que es contemporánea a mi papá, que es Rosana Negrini (Presidenta de Agrometal). Una muy buena persona, colega, madre. Muy conocedora del sector, sabe mucho, cálida, cercana, que siempre se hace escuchar, respetada, una gran referente del sector y mía desde siempre. Las mujeres nos hacemos respetar y oír sin necesidad de pedir permiso. Al menos eso siento yo. En Cestari las mujeres somos minoría, pero somos grandes aliadas, muy trabajadoras, responsables, exigentes y eficientes. Pragmáticas. Seguras. Y una de ellas es mi hermana, gran impulsora de muchas de las innovaciones de Cestari en el último tiempo.
-¿Y en la sociedad, como observas el rol de la mujer empresaria, profesional, productora, trabajadora?
-La maquinaria agrícola es parte del contexto, así que lo que sucede en el sector es muestra representativa de lo que sucede en otros sectores, entiendo que no en todos. La mujer empezó a incursionar en nuevos lugares y a salirse del patrón histórico de ser madre joven. Ahora la mujer estudia, se recibe, viaja, vive, experimenta y elige tener familia no por mandato sino por elección. Por eso es cada vez más común encontrar madres más grandes. Me refiero al universo de mujeres que podemos elegir qué hacer.
UNA RELACIÓN QUE CRECE
Muy pocas firmas tienen la relación entre empleados y propietarios como se observa con claridad en Cestari. Pero la trayectoria, fue forjando un respeto mutuo entre el personal de trabajo y las distintas líneas directivas de esta industria modelo en la Argentina.
“El ámbito de trabajo es sano, tranquilo, ameno. Eso es causa y consecuencia de buenas relaciones. Siempre hay conflictos, obviamente, pero hay una relación muy cercana con todos”, aseguró Lucila.
-¿Cómo es la relación de la familia con cada empleado de la fábrica?
-Quizás decir parte de la familia es un cliché de tarjeta de fin de año, pero yo me siento muy cercana a todos los que trabajamos en Cestari, sean o no familia. Eso es parte del legado, hacer relaciones con nombre y apellido y no con número. También eso pasa en las ciudades chicas, como Colón, y que son casa de la mayoría de las pymes de maquinaria agrícola, que las personas no son “descartables” como puede resultar en las grandes ciudades.
-¿Hay una fórmula para mantener el buen clima que se vive en Cestari entre los trabajadores?
-Una premisa es que todos los que trabajemos en Cestari queramos trabajar en Cestari. Que ser parte no sea una obligación, un peso. Y eso aplica a los del mismo apellido. No deja de ser un trabajo, pero tratamos de hacerlo lo más ameno posible. Y esta realidad no es forzada, surge naturalmente. Quizás sea parte de la herencia/legado Cestari, que mantienen mucho mejor los “viejos” que nosotros mismos. A los jóvenes nos enseña más el ejemplo que el discurso. Y aprendemos copiando a los grandes y aportamos la energía de la novedad.
-Y el aire nuevo ayuda a mantener el equilibrio
-Totalmente. La incorporación de cada uno de los jóvenes trajo un poco de eso y en eso mis hermanos y yo fuimos reflejo. Cada uno trajo algo nuevo y cada incorporación joven hace lo suyo. Los premios son reflejos. Compartir con mi familia y con todo el equipo de trabajo, y sobre todo confiar, es un gran respaldo al momento de pensar en el futuro. Es bueno saber que todos tenemos tanto la pasión como el respeto necesario por lo que hacemos.
HABLANDO DE PROGRESO
-¿Cómo analizas el nivel de tecnología que tiene nuestro país en materia de maquinarias agrícolas y precisión?
-La industria argentina es muy buena, competitiva y muy demandada por el mundo. Que Cestari esté exportando a los 5 continentes habla de ello. Un gran porcentaje de empresas de la maquinaria agrícola Bonaerense y Argentina exportamos y tratamos de hacerlo de la mejor manera posible, porque cada vez que exportamos estamos compitiendo con el resto del mundo. Que se elija maquinaria argentina, y que se siga eligiendo año a año, muestra que estamos a la altura y lo seguimos estando, año a año, gobierno tras gobierno.
-¿Exportar es un desafío constante?
-Puedo hablar de Cestari. Muchas veces preferimos “dejar de ganar” o perder dinero con las exportaciones, pero mantenerlas pese a todo. Exportar es un compromiso a largo plazo, así que pese a los vaivenes en el tipo de cambio y variabilidad de precios, mantenemos las demandas del cliente del exterior, como principio.
-¿Qué proyectos te gustaría impulsar desde Cestari y que se traslade a la sociedad?
– Mi mayor proyecto es mantener la firma, la familia y hacerlas crecer. Somos parte de nuestra ciudad, así que forma parte del crecimiento de la industria local: demandar recursos locales, sobre todo el humano. Invertir en los jóvenes para que crezcamos juntos. Somos más de 80 familias que dependemos de Cestari y para eso somos un equipo.
-¿Cuál crees que es tu mayor premio en los últimos años dentro de Cestari?
– En lo personal, mi mayor premio es seguir eligiendo los domingos en familia y planificando las vacaciones juntos. En lo laboral, busco el crecimiento de esta empresa a través de los años, con la misma seriedad, compromiso, calidez y calidad de siempre. En lo social, me imagino seguir siendo una empresa a la cual desear ser parte, por sus proyecciones, por sus referencias. Ser un lugar de referencia y de pertenencia.
-¿Y tu deseo personal para lo que viene?-
-Como siempre digo, mi deseo es que Cestari siga siendo una empresa familiar, con su calidez y cercanía, que siga cumpliendo estándares internacionales y que continúe siendo un orgullo ser parte de esta empresa que es colonense, bonaerense y argentina en el mundo.