En las últimas horas, la cadena avícola, la industria pesquera y la Asociación que nuclea a los productores de limones sumaron su postura contraria al incremento de las retenciones.
El incremento, según anunció el Gobierno nacional, llevará al 15% a todas las cadenas de valor, a excepción de la lechería y unas 20 economías regionales.
Las beneficiadas son las siguientes:
- Arroz
- Olivicultura
- Cuero bovino
- Lácteos
- Fruticultura (excepto el limón)
- Horticultura
- Porotos
- Papas
- Garbanzos
- Ajo
- Arvejas
- Lentejas
- Miel
- Azúcar
- Yerba mate
- Té
- Equinos
- Lana
En tanto, el complejo soja pagará 33% tanto como en poroto e industrialización, tras la eliminación del diferencial de 2% a favor de las aceiteras.
Esta situación valió un fuerte rechazo por parte de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA), mientras que también expresó su queja la Cámara Argentina del Maní, porque ese producto quedó afuera de los excluidos de la suba impositiva.
PRODUCTORES DE POLLO Y HUEVO, ENOJADOS CON LAS RETENCIONES
En este contexto, la Cámara Argentina de Productores e Industrializadores Avícolas (CAPIA) se sumó a las voces en contra y solicitó a la Secretaría de Bioeconomía que se excluya al huevo y los ovoproductos del listado de posiciones arancelarias que tributarán el 15%.
“Entendemos el contexto de país, pero no es lo mismo cobrar el 15% a sectores primarizados, que cobrarle 15% a quienes transformamos y agregamos valor a esos productos primarizados”, advirtió Javier Prida, presidente de la entidad.
Según detalló el directivo, esa industria cuenta con una estructura de costos que está dolarizada en un 85%. De este modo, remarcaron que no le cierran los números, porque deberá exportar con un tipo de cambio de $ 707, mientras que deberá importar insumos como material genético, vacunas y equipamientos a $ 963,50.
De acuerdo con CAPIA, esta cadena de valor está compuesta por más de 1.000 empresas emplazadas en 16 provincias, que generan unos 30.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
A modo de ejemplo, Prida calculó que hoy una empresa promedio que trabaja con 50.000 aves tiene una pérdida de $1.500 por cajón producido. Esta situación impacta de lleno sobre todo en los establecimientos de menor escala, que tienen costos fijos más elevados.
“Hay que destacar que el incremento del valor de los insumos ha elevado el costo de producción en el orden del 33,33% desde el 11 de diciembre a la fecha y que los precios de venta solo se acomodaron en un 25%”, remarcó.
En paralelo a este escenario complejo a nivel local, desde la cámara reconocieron que las exportaciones durante 2023 cayeron, tanto en volumen como divisas.
Con las actuales medidas económicas que presentó el Gobierno, calcularon que las exportaciones caerán un 33%, que medido en dólares representan US$ 20 millones.
EL SECTOR PESQUERO, TAMBIÉN COMPLICADO
Del mismo modo, desde Intercámaras de la Industria Pesquera Argentina, entidad que nuclea a nueve cámaras del sector pesquero, analizaron el impacto de la suba de los derechos de exportación para la actividad.
Se trata de una actividad en donde la mayoría de las pesquerías tienen en los barcos a sus tripulantes cobrando salarios que dependen un 85% de la producción. Estos sueldos están atados al tipo de cambio oficial, al igual que el combustible y los insumos importados como envases de cartón y repuestos.
“La imposición de un derecho de exportación del 15%, sumado a un incremento del costo de los insumos, no sólo licuarán los beneficios de un mejor tipo de cambio, sino que impactarán negativamente en la competitividad internacional de la pesca argentina” sostuvieron.
Y agregaron: “Eso redundará en menos exportaciones, menos divisas para Argentina y en la consecuente caída en la rentabilidad de las empresas”.
LOS LIMONEROS, AMARGADOS
Por último, también la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA) manifestó su “profunda preocupación” por el anuncio que incluyó a la fruticultura, “excepto al limón”, como expresó textualmente Vilella al hacer el anuncio.
La entidad dijo que desconoce “el criterio empleado para la selección de productos de economías regionales que se beneficiarán con alícuotas reducidas y las razones que han llevado a discriminar a nuestro sector”.
ACNOA recordó que representa a casi la totalidad de la citricultura del noroeste argentino y que, por ello, se opone “rotundamente” al incremento de los DEX para el limón y subproductos, los cuales hasta ahora estaban exentos de tal gravamen, como el resto de las producciones regionales.
La Mesa de Enlace valoró los cambios en retenciones, pero pidió incluir a más economías regionales
La Asociación también afirmó que atraviesa en la actualidad una crisis que “amenaza la subsistencia del clúster productivo”, del cual dependen más de 50.000 puestos de trabajo directos y otros tanto en actividades vinculadas, como así también el 56% de los ingresos por divisas en Tucumán.
“A modo ilustrativo, más de 12.000 hectáreas plantadas con limón han sido redestinadas a otros cultivos desde 2019 y empresas líderes del sector están reformulando sus modelos de negocios para limitar su exposición a esta crisis”, alertó.
Otro aspecto que citó como complicado es la sobreoferta mundial fruta y productos industrializados de limón, que han causado una fuerte caída de los precios internacionales.
“Debemos competir en este contexto frente a países con costos productivos más bajos, condiciones macroeconómicas estables, preferencias arancelarias y menores costos logísticos. Asimismo, enfrentamos condiciones de acceso cada vez más complejas en nuestros mercados de exportación, ya sea por cuestiones fitosanitarias o de defensa comercial, motivadas por fuertes presiones de lobbies proteccionistas”, indicaron desde ACNOA.
Asimismo, subrayaron que si bien el Gobierno elevó el tipo de cambio, la imposición de las retenciones, sumado a un incremento del costo de los insumos que se necesitan para importar, “no sólo licuarán los beneficios de un mejor tipo de cambio, sino que impactarán negativamente en nuestra competitividad internacional”.
“Eso redundará en menos exportaciones, menos divisas para nuestro país y en la consecuente caída en la rentabilidad de nuestras empresas y productores”, añadieron.
“Apelamos a que las autoridades reconsideren el tratamiento a dar a nuestro sector y nos ponemos a su entera disposición para evaluar el impacto económico de esta medida tan perjudicial y discriminatoria para la cadena productiva del limón y subproductos industriales del NOA”, concluyeron.