El pasado 30 de octubre se halló muerto un ejemplar de fulmar del sur, un ave cuyo hábitat natural son las zonas oceánicas del sur, en las Islas Malvinas.
Las autoridades sanitarias de la corona del Reino Unido confirmaron tres días después que se trató del primer caso de gripe aviar en las Islas.
“Desafortunadamente, esta ave dio positivo por influenza aviar altamente patógena. Dado que se trata de un caso aislado de un ave, que sólo es común en alta mar, no se declarará una zona de protección total. Sin embargo, se ha declarado una zona de control temporal a todo Puerto Stanley (NdR: Puerto Argentino) hasta el 23 de noviembre”, explicaron localmente.
Ante la aparición, explicaron que “con efecto inmediato, no se deben sacar aves de corral vivas, huevos, piensos abiertos o lechos de aves usados fuera de la zona hasta que se levante la zona de control temporal”.
Además se prohibió el traslado de aves vivas desde y hacia la zona donde se halló el ave muerta. La imposición regirá hasta tanto se levante el control, el próximo 23 de este mes.
“Se debe confinar a las aves de corral en corrales seguros con redes para evitar el acceso de aves silvestres antes del jueves 9 de noviembre”, ordenaron.
LA GRIPE AVIAR EN LA REGIÓN
En territorio continental la gripe aviar causó estragos. En distintas provincias se generaron serios inconvenientes en la producción comercial de granjas y galpones, y el sector por estos días busca recuperar los mercados perdidos.
La primera aparición en Argentina se dio en Jujuy, en febrero de 2023. Se trató de un ave silvestre que apareció muerta en una zona montañosa. Días después el virus se propagó y llegó a una granja de producción comercial en Río Negro, en la Patagonia.
A partir de allí se cerraron mercados internacionales, que paulatinamente se fueron reabriendo y hoy Argentina está considerada como libre de la enfermedad, al menos en las granjas comerciales.