Ante un panorama de recuperación de “inventarios mundiales” en producción de granos, con Brasil y Estados Unidos a la cabeza, Argentina tendría -lluvias mediante- una recuperación en su producción agropecuaria, sobre todo en lo que respecta a su principal producto de exportación: la soja.
El desastre productivo de la campaña 2022/23 llevó a la cosecha de la oleaginosa a apenas 20 millones de toneladas, la peor cifra en más de 20 años.
Por estos días, desde la Bolsa de Comercio de Rosario estiman que la temporada que está en sus inicios podría acariciar los 48 millones. Nada menos que una duplicación de la producción.
Infocampo dialogó durante el último Seminario ACSOJA con la analista económica Emilce Terré, responsable de las estimaciones económicas de la entidad. Terré puso a la campaña argentina en un contexto global de crecimiento del stock granario.
“Brasil de momento podría mantener o incrementar levemente incluso su producción, que ya de por sí fue muy buena el año pasado y Estados Unidos tiene algunos problemas climáticos pero terminó cosechando un poco menos de lo que se esperaba”, remarcó.
El efecto es el conocido: a mayores cantidades, el precio decae. Sin embargo otro fenómeno como la suba del precio del petróleo podría compensar e incrementar las chances de nuevas motivaciones para los productores argentinos.
EL MERCADO DE LA SOJA
“En este panorama de recuperación de la producción de mayores inventarios mundiales, vimos alguna debilidad en el precio de la soja tanto en el mercado de Chicago como en el mercado local en lo que va del 2023. Sin embargo hace poco se revirtió el precio del petróleo y empezó a aumentar. Y esto tiene un fuerte contagio sobre el precio de los aceites vegetales que podría ponerle un piso a los precios del complejo oleaginoso para el mediano plazo”, definió.
¿Se trata de un fenómeno sostenido? En reiterados casos los productores agropecuarios no pudieron captar una buena ventana de oportunidades por no coincidir en el tiempo necesario para ofrecer y concretar la venta de su producción.
“La verdad es que siempre lo que hablamos desde la Bolsa de Comercio de Rosario es que hay que tratar de cuidar el margen. Digamos que nadie puede saber cuál va a ser el mayor precio de este año. Entonces a lo mejor la estrategia de esperar cuándo será el precio más alto del año termina siendo que lo dejemos atrás bajo la previsión de que pueda seguir subiendo”, explicó.
Y compleyó: “Hoy por hoy se está trabajando con una previsión de unos u$s 350 dólares la tonelada para el precio de la soja, con lo cual más o menos esa es una expectativa de alguna manera realista y frente a eso ver cómo uno va acomodando las decisiones de venta”.
DÓLAR SOJA 4
Durante el mes corriente el Gobierno sigue en la recepción de las liquidaciones que apuesta a conseguir gracias a la implementación del último “dólar soja”. Y Terré, si bien aclaró no conocer los niveles actuales de liquidación por la falta de estadísticas oficiales al respecto, analizó la dinámica de los movimientos.
“Este programa es distinto de los anteriores y por ende no nos permite un seguimiento diario, lo vamos a conocer posiblemente cuando se publiquen las primeras cifras a fin de mes. Y si bien aumentó la transacción en la comercialización de soja en las primeras semanas, hoy en día tanto el margen de la industria como de la exportación, ya están en terrenos negativos”, definió.
Para los economistas rosarinos sucede por hechos ajenos a lo que ofrece el programa exportador.
“De alguna manera, el escenario de comercialización está muy trabado por la brecha cambiaria, fuera del Dólar Soja en sí. Esto está afectando las decisiones de venta y es un escenario donde de alguna manera ninguna de las dos puntas tiene una amplia rentabilidad. Eso limita el potencial de ventas”, afirmó.