En el marco del Congreso Internacional de Maíz, se realizó el Primer Hackaton de Maíz Sustentable, una iniciativa liderada por la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar) junto a la firma Syngenta, pensada para que jóvenes universitarios y recientemente graduados piensen ideas innovadoras ligadas al maíz y a la sustentabilidad.
Según informaron desde Maizar, fueron cuatro los proyectos seleccionados, que apuntaron fundamentalmente a mejoras tecnológicas que permitan un menor uso de fitosanitarios y fertilizantes.
MEJORA GENÉTICA DEL MAÍZ
El primer proyecto seleccionado corresponde a Guadalupe Villacosta, una estudiante de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) oriunda de San Luis y que propuso un “Mapeo Asociativo de Locis para la identificación Maiz-Azospirillum”.
¿El propósito? Reducir el uso de fertilizantes en condiciones de cultivo, a través de la búsqueda de genes que pueden estar en ciertas líneas de maíz y con los que se puede diseñar un proyecto de mejora genética.
“Como primera experiencia, poder venir y compartir mi proyecto fue increíble, me gusta mucho el mejoramiento genético y microorganismos. Somos jóvenes, estamos acá presentes viviendo el cambio climático y creo que como jóvenes tenemos el deber de formar parte para intentar cambiar el panorama que tenemos. A futuro me encantaría ser genetista, trabajar en mejoramiento. El hibrido laboratorio campo me fascina”, señaló Villacosta.
HONGOS PARA TRATAMIENTO DE SEMILLAS
Por su parte, Ignacio Muneli es un estudiante de la Universidad Nacional del Noroeste de Buenos Aires, proveniente de Pergamino, y trabajó sobre la utilización de hongos entomopatógenos para el tratamiento de semillas de maíz.
El hongo que utilizó ingresa a un insecto plaga y genera el control de esas plagas desde adentro. Estos hongos empezaron investigándose como controladores y a partir de la investigación de Muneli se busca la promoción de crecimiento en los cultivos de maíz, iniciando con los microorganismos benéficos.
“Primero que nada quiero destacar la iniciativa que tuvieron los que organizaron este Hackatón. Siento que con esto nos dieron la posibilidad de mostrarnos, como jóvenes investigadores y hacernos conocer. También destaco que este premio no es solo al proyecto, sino también al sacrificio que hicimos durante nuestra carrera y que de una manera esto es el reconocimiento a dicho esfuerzo”, puntualizó Muneli.
Y agregó: “Particularmente, fue la primera experiencia disertando ante tanto público desconocido y con el plus de que la gran mayoría son profesionales del rubro, donde uno sabe que los oyentes la tienen clara. También tuve la posibilidad de conocer a los chicos con los que compartí panel, contarnos nuestra experiencia como estudiantes y charlar un poco más en profundidad sobre lo que cada uno estaba haciendo”.
REGIONES GENÓMICAS
En tanto, otros tres investigadores de la UNRC -Marcos Ruiz, Gastón Ramonda y Camila Pellegrino- presentaron su proyecto “Identificación de regiones genómicas para resistencia a enfermedades como aporte a la sustentabilidad del cultivo de maíz”.
“En primer lugar, queremos agradecer la posibilidad que nos brindaron de participar de un evento de tal magnitud y el gran interés de los organizadores del congreso por el aporte joven para lograr la sustentabilidad de un cultivo tan apasionante como lo es el maíz”, indicaron los jóvenes.
También valoraron que “fue una experiencia significativa, ya que pudimos poner en palabras el trabajo que realizamos en el campo; como así también acercarnos a las problemáticas que tienen los productores agropecuarios, que muchas de ellas son las mismas que demanda la sociedad en un país que no tiene reglas claras ni planificación a largo plazo”.
“Aspectos que consideramos fundamentales para tener un modelo de país donde los jóvenes deseemos permanecer y aportar innovación, creatividad y desarrollar nuestras potencialidades en beneficio del agro y de la sociedad toda”, añadieron.
Su trabajo concretamente aporta a la sustentabilidad al eficientizar los programas de mejoramiento genético de maíz para obtener resistencia a las enfermedades Mal de Río Cuarto y bacteriosis, logrando así un cultivo de mayor sanidad y menor costo para el productor agropecuario.
Además, esta estrategia –subrayaron– contribuye a realizar prácticas agrícolas más amigables con el ambiente, al reducir el uso de fitosanitarios y menor laboreo con la maquinaria en el lote, generando un ahorro en combustibles y menor emisión de gases de efecto invernadero.
LEGUMINOSAS INVERNALES
Por último, Francisco Beltramino, estudiante de la Universidad Nacional de Entre Ríos, abordó un proyecto con enfoque en la producción llamado “Leguminosas invernales como antecesoras de maíz, efectos en el corto plazo que contribuyen a su adopción por el productor”.
“Que un congreso internacional como este se detenga y le haga lugar a escuchar a los jóvenes, ayudándonos en estos primeros pasos. Nos dieron una oportunidad enorme y para nosotros fue una experiencia increíble, que sin dudas va a contagiar a nuestros compañeros estudiantes. Estamos representando a tres provincias súper importantes para el agro, esperemos que esta iniciativa siga creciendo y pueda darle lugar a más jóvenes interesados en el maíz y la sustentabilidad”, declaró Beltramino.