Entre los pasillos del Congreso Aapresid en Rosario, Infocampo tuvo la oportunidad de dialogar con Guillermo Kuchen, gerente de la firma ALZ Agro.
Kuchen puso el foco en su apreciación sobre los productores argentinos y también relató qué significó la última edición del dólar agro en lo cotidiano de una empresa agropecuaria.
“En siembra directa argentina es líder. Ahora habla todo el mundo de siembra directa, pero cuando surgió 30 años atrás Argentina fue el segundo país del mundo en adquirir soja RR, en el mismo año calendario que salió. Es un productor ávido de nuevas tecnologías”, sostuvo Kuchen.
Por eso no dudó en categorizarlo: “Es un productor flexible, que se adapta a pesar de los Gobiernos y los vaivenes de precios. Es un productor de punta, vienen de otros países a capacitarse de las instituciones argentinas”.
“El productor argentino está golpeado y sin embargo sigue invirtiendo y sembrando y comprando tecnología. Nadie duda de que es ‘el’ productor agropecuario del mundo”, destacó.
¿Algún modelo a seguir? Para Kuchen, “hay muchos modelos en el mundo que salieron desde la Argentina”. Y señaló la necesidad de fertilizar en mayor medida.
“Eso tiene que venir desde el Estado, debe ser una política”, destacó.
IMPACTO DEL DÓLAR AGRO
Más allá de que la devaluación de la semana pasada dejó sin efecto la aplicación del dólar agro, su impacto en la cadena del maíz fue señalada por varios dirigentes y empresarios por sus efectos en la actividad. Independientemente de la conveniencia de los productores y sus necesidades de liquidación.
Por eso, Kuchen no dudó en dar su mirada sobre el tema. “Son ruidos. Se generó con todos los “dólar soja” que hubieron, y ahora con el dólar maíz. Por supuesto que quien tuvo maíz capturó un 30% de precio, pero si lo miramos desde el lado de los tamberos, los feedloteros y los polleros, eso generó un impacto muy fuerte”, apuntó.
“Y ese impacto fuerte se va a ver en los bolsillos de todos los argentinos. Eso genera que se rompa la cadena”, opinó.
En ese sentido contó los pormenores de cuando desde ALZ Agro supieron de esa aplicación, y cómo fue el operativo para ordenar las cuentas de la firma que tiene una línea comercial pensada en la nutrición animal y otra enfocada en corretaje de granos.
“Fueron semanas de récord en la corredora de liquidar granos. Allí (NdR: al conocerse la puesta en vigencia del dólar maíz) salimos a capturar con el corredor que los productores puedan hacerse de ese 30% que ofrecían. Pero desde la parte de la nutrición animal tuvimos que salir a reacomodar los costos, lo mejor posible”, recordó.
La línea de dietas líquidas para los productores, distribuidores y feedloteros fue el aspecto a cuidar. “Buscamos que estuvieran lo menos impactados por ese 30%”, dijo.
“Tenemos las dos miradas, con el corretaje y la posibilidad de capturar algo que no lo veníamos haciendo. Y desde la parte de la nutrición animal tratar de laburar muy finito con los costos, sabiendo que eso impacta, porque el feedlotero tuvo que salir a pagar un 30% más”, apuntó.
“En los polleros y en el feedlot el impacto fue directo. Fue laburar y tratar de sacarlo adelante”, cerró.
