“Hicimos un panel en el que contamos cómo estamos trabajando colaborativamente con la industria, en el caso de la cebada cervecera, junto con un productor que provee granos a esa industria”, contó Gustavo Elías, gerente de proyectos de nuevos negocios en Yara.
La apuesta fue la de graficar para los productores “cómo fue el proceso de adopción de tecnología”.
“Quisimos dar a conocer los programas que tenemos desde Yara y a partir de eso cómo podemos tener un impacto real en las emisiones de carbono, y en este caso enn la cebada producida. Y siempre mirando los factores económicos”, apuntó.
LA HUELLA DE LA CEBADA
Para Elías, la medición de parte de los productores, hoy “es un cuello de botella”
“Es la base para saber dónde tenemos que actuar y termina siendo un cuello de botella. Nosotros promovemos a través de un programa que se llama “Juntos por un plus” y disponemos del equipo de Yara para hacer un seguimiento a campo, y nos proveemos de calculadoras como Plataforma Puma que ayudan a esa gestión de la información y a poder poner los datos y visualizarlos, tenerlos analizados”, detalló.
Por eso señaló que “para saber dónde están los puntos críticos relativos a cualquier industria” hace falta enfocarse en conocer dónde pueden encontrarse las emisiones. A reducir.
“Lo que se detectó en el caso de la maltería es que a través de los datos, el uso de fertilizantes era uno de los puntos que explicaba que allí podemos reducir la huella de carbono”, señaló.
Por eso, el entusiasmo en Yara pasa por lograr como producto final una “cebada cervecera que producirá malta descarbonizada”.
“Ya tenemos 150 productores en nuestro programa de sustentabilidad. Ya se está generando producto cosechado de bajo carbono”, cerró Elías.
