En la segunda mitad del año, la actividad económica empezó a exhibir signos de agotamiento y tras la recuperación post-pandemia, en los últimos dos trimestres la economía comenzó a contraerse.
Con la sequía como telón de fondo, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), señaló que en 2023 se terminó de configurar un escenario complejo, a partir de la falta de reservas, el proceso electoral, la elevada inflación y la brecha cambiaria.
Uno de los factores de peso para explicar este escenario es el desplome en el sector agropecuario. Según los datos del INDEC analizados por la entidad rosarina, retrocedió un 43,8% en relación a mayo de 2022.
“Esto se debe principalmente a la caída en la producción de cereales y oleaginosas causadas por la grave sequía de este año, algo que no ocurría desde la campaña 88/89”, estimaron.
En general, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró en mayo una caída interanual de 5,5%, la baja más importante desde octubre de 2020 (-7,3%).
No obstante, “en octubre de aquel año el sentido era el inverso: estábamos saliendo de la recesión ocasionada por la pandemia cuyo valle se dio en abril de 2020, y a partir de entonces se registraron recuperaciones mes a mes”, remarca el estudio.
De acuerdo a la BCR, el impacto de la sequía comenzó a manifestarse a finales de 2022 y principios de 2023.
“No obstante, el arrastre de los demás sectores hizo que se registraran aumentos en el Producto Interior Bruto para el último trimestre del año pasado y el primero del presente año, aunque con una gran desaceleración en su evolución”, analizaron.
DIVISAS, UN BIEN ESCASO
El corto plazo de la economía esta ligado a la disponibilidad de dólares. Solo en los primeros seis meses del año, para fondear la administración del tipo de cambio y el repago de deuda a organismos internacionales se necesitaron más de U$S 16.600 millones.
“Un guarismo de tal magnitud nunca se había registrado en los últimos veinte años”, advirtió la bolsa rosarina.
Ante este drenaje de reservas, el Ministerio de Economía implementó un paquete de medidas, entre ellas una nueva edición del Programa de Incremento Exportador, que incluye al maíz y una devaluación fiscal a través de la implementación de impuestos a la importación de casi todos los bienes y servicios.
Se frena la actividad económica y los efectos de la sequía empiezan a sentirse
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— BCR Mercados (@BCRmercados) August 4, 2023
“Esta devaluación diferencial tendrá efectos en la cotización local del maíz y, por lo tanto, en la carne, sector en el que es uno de los insumos más importantes”, sostuvieron. Y concluyeron: “En lo inmediato, la economía se moverá al compás de las elecciones primarias, que influirán en gran medida como serán los próximos meses en materia macroeconómica”.