El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) declaró este jueves la alerta fitosanitaria a nivel nacional por el Virus Rugoso del Tomate (tomato brown rugose fruit virus –ToBRFV–).
El organismo había advertido hace 15 días sobre los temores que despierta la presencia de esta enfermedad en Argentina y ahora publicó una resolución en el Boletín Oficial que establece la alerta fitosanitaria hasta el 31 de diciembre de 2024, “debiendo adoptarse y/o fortalecerse las tareas de prevención, detección, contención y erradicación”, agregó.
EL VIRUS DEL TOMATE
Se trata de una nueva virosis, que daña cultivos de tomate y pimiento en distintos países. Fue identificada por primera vez a nivel mundial en Israel, en 2014; y luego en México y Estados Unidos, en 2018 y 2019, respectivamente.
En 2019, Argentina incorporó a este virus en el Listado de Plagas Reglamentadas y comenzó a regularlo al momento de importar semillas de tomate y pimiento. El virus también fue categorizado como una plaga cuarentenaria por el Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur (Cosave), del que nuestro país es miembro.
Ojo con la huerta: alertan por un nuevo virus que puede afectar a tomates y pimientos
Posee una alta transmisibilidad en plantaciones de tomate y pimiento y puede persistir en algunas malezas. Se transmite por semilla y plantines y mecánicamente a través del contacto en labores del cultivo, como poda, desbrote, trasplante y cosecha.
Los síntomas pueden expresarse tanto en hojas como frutos. En el primer caso, se produce una deformación en el desarrollo, tomando un aspecto de arrugado junto a la aparición del moteado en tonos más claros u oscuros. En frutos, se observan manchas marrones o amarillas con rugosidad. También pueden presentar deformaciones y tener maduración irregular.
ALCANCES DE LA ALERTA
En este contexto, la alerta fitosanitaria impone, como primera medida, que “toda persona responsable o encargada de explotaciones comerciales de producción y/o multiplicación de tomate y pimiento, autoridades sanitarias nacionales, provinciales o municipales, organismos de investigación, importadores y comercializadores de material de propagación y/o aquellas personas que por cualquier circunstancia detecten ToBRFV y/o síntomas sospechosos, están obligadas a notificar el hecho en forma inmediata y de manera fehaciente”.
Las medidas de prevención, en tanto, son las siguientes:
- Toda persona humana o jurídica, encargada o responsable de establecimientos o predios agrícolas o partidas con sospecha de la enfermedad, debe adoptar las medidas de intervención y/o restricción de movimientos de material de propagación estipuladas por el Senasa, a fin de evitar la potencial propagación de la enfermedad.
- Toda persona responsable o encargada de explotaciones comerciales involucradas en la producción y reproducción de tomates y pimientos debe permitir el ingreso de los agentes oficiales para realizar, supervisar o fiscalizar las actividades de control establecidas en el presente marco normativo.
En cuanto a actividades de erradicación, contención y fiscalización, el Senasa dispuso que toda persona humana o jurídica, encargada o responsable de establecimientos o predios agrícolas o partidas con presencia de la enfermedad debe, con relación a la:
- Producción de material de propagación: adoptar las medidas estipuladas para la destrucción del material de propagación a fin de evitar la dispersión del virus, e implementar medidas de exclusión y desinfección del sitio de producción, herramientas de trabajo y otros elementos que pudieran actuar como transmisores del virus.
- Producción de frutos frescos (consumo/industria): implementar medidas de exclusión y/o desinfección de las partidas y/o sitio de producción, herramientas de trabajo y otros elementos que pudieran actuar como transmisores del virus.
COMITÉ DE CRISIS
En tanto, el Senasa también creó en este contexto el Comité de Crisis por el Virus Rugoso del Tomate (ToBRFV), que será coordinado por el organismo sanitario, y tendrá participantes del Inta, el Inase y centros oficiales de investigación, universidades, gobiernos provinciales, representantes del sector privado y público y otras instituciones vinculadas a la problemática, que serán invitados a participar.
“Tendrá la misión de proponer los procedimientos fitosanitarios, las medidas de prevención y vigilancia, y los servicios de alerta y manejo más convenientes a implementar para la gestión del Alerta Fitosanitaria”, señala la resolución.
PREVENCIÓN
Al no existir un tratamiento para esta plaga sólo pueden aplicarse medidas preventivas a fin de minimizar el riesgo de contagio y su dispersión.
El Senasa junto con el INASE el INTA, establecieron una serie de recomendaciones para quienes producen tomates y/o pimientos a fin de prevenir la enfermedad:
- Comprar la semilla en comercios registrados en el Inase y verificar que el envase cuente con el rótulo amarillo de identificación de la semilla y Registro Inase
- Asegurarse de que los plantines sean producidos en condiciones seguras (libres de plagas y patógenos), en viveros registrados por el INASE e inscriptos en el Senasa
- Limitar el ingreso a la zona del cultivo a las personas estrictamente necesarias para su manejo (por ejemplo, evitar el ingreso de personas ajenas al trabajo y asesoramiento del cultivo)
- Utilizar ropa de protección que se pueda desinfectar finalizada la jornada. La misma debe emplearse en un único sitio de producción
- Desinfectar las herramientas antes de pasar a otra fila dentro del mismo lote
- Contar con un sitio en el cual se pueda lavar y desinfectar herramientas, manos y calzado. Para la desinfección puede utilizarse lavandina comercial al 10% preparada en el mismo día con agua limpia
- Limpiar y desinfectar el invernadero al final de una temporada de producción
- Al detectar una planta enferma evitar el contacto con la misma y desinfectar todo material con el que se la maneja y aislar el sector