La cabaña cordobesa La Dominga, ubicada en Ischilín, recibió en Houston (Estados Unidos) los premios obtenidos el año pasado en el concurso Champion Of The World y Miss Champion Of The World 2022 de la raza Braford.
El establecimiento, propiedad del productor Alejandro Lauret, obtuvo los grandes campeones mundiales tanto en machos como en hembras: el rey fue el toro Nes Agrolepal 115 Mitai y la reina la vaca Agrolepal T358 Luján Fiv.
De este modo, La Dominga, que este año está cumpliendo apenas 10 años de vida, alcanzó su sexto triunfo en el certamen internacional, convirtiéndose en el establecimiento argentino con más logros. Los dos premios de 2022 se sumaron a los alcanzados en 2018 y 2020, en machos, y 2020 y 2021, en hembras.
Este año, Lauret recibió el reconocimiento junto a su esposa, Lorena, y sus hijos Diego, Santiago, Guillermina y Juliana.
UNA DÉCADA GANADA
De profesión Administrador de Empresas Agropecuarias, Lauret acuñó la pasión por la ganadería y la genética en el campo de sus abuelos.
“Si bien somos tercera generación de productores agropecuarios, el negocio familiar se basaba en el supermercadismo”, contó Lauret. A pesar de esto, de chico sus abuelos lo llevaban seguido al campo “a ver las vacas”, recordó, por lo que fue moldeando “el gusto por la producción ganadera”.
Ya como profesional, trabajó en Catamarca en la estancia Santo Domingo, de Ganadera La Paz, donde empezó a desarrollar la raza Braford en 2005, junto con el reconocido Ingeniero Carlos Passerini.
“Me tocó desarrollar un campo de casi 20.000 hectáreas con animales comerciales y empezamos a trabajar en la creación de una cabaña para que la empresa obtuviera toros con genética propia, de calidad, para el rodeo comercial”, explicó.
Tras haber llegado a ser presidente de la compañía por varios años, Lauret decidió darle un viraje a su carrera y dedicarse a la actividad familiar. Así, en 2013 fundó La Dominga, en un campo de 350 hectáreas cedido por la familia, en Ischilin, Córdoba.
El establecimiento está en un valle al pie de la sierra, a unos 950 metros sobre el nivel del mar, lo que provoca inviernos con temperaturas bajo cero y veranos en los que el termómetro supera fácilmente los 40°. Es un campo duro, por lo que los Braford resultaron ideales por su adaptabilidad a esas condiciones difíciles gracias a su componente índico.
PLANTEO PRODUCTIVO
Hoy, La Dominga cuenta con un plantel de 90 hembras donantes y unos 250/300 animales, machos y hembras en recría para la comercialización.
Terminan unos 250 reproductores al año, 10/15% toros y el resto hembras de diferentes categorías, los que son comercializados en un remate anual y en forma directa.
La clave del crecimiento está en el trabajo genético y el modelo comercial de capitalización de embriones.
La Dominga tiene un convenio con dos laboratorios, que le permiten producir unos 2.400 embriones al año. La mitad son colocados en madres receptoras a través de acuerdos con distintas cabañas del NEA, NOA y Centro del país.
De los terneros logrados, se hace una selección del 50%, que van a la cabaña para ponerlos a punto para diferentes exposiciones y ventas.
El resto de los embriones obtenidos, son exportados a Brasil, Ecuador, Paraguay y Brasil. La paleta comercial se completa con exportación de animales en pie a Brasil y Paraguay.
La base de la alimentación es el panicum coloratum que siembran en el establecimiento, importan alfalfa y suplementan con balanceados específicos para cada categoría. Solo las donantes tienen alimentación 100% pastoril.
Además, se ajustan a un riguroso plan sanitario y todos los animales cuentan con DEPs inscriptos en el programa genético de la Asociación Braford Argentina. “Queremos que el producto se logre con el mayor grado de garantías”, sostuvo el empresario.
CAMPEONES MUNDIALES
En menos de 10 años, La Domingo logró grandes campeones en las principales pistas de la Argentina: Palermo, Nacional Braford, ExpoBRA y Congreso Mundial Braford 2022. Además, triunfó en la exposición internacional más importante de Paraguay, la Mariano Roque Alonso.
Para Lauret, uno de los secretos del éxito de la cabaña es confiar en la biotecnología y adaptarse rápidamente a los cambios. “Te ayuda a multiplicar la genética en forma más rápida y con un ordenamiento del programa genético. Incluso estamos clonando algunos animales particularmente”, reveló.
A la par del modelo de negocios, para el ganadero, el trabajo en familia y en equipo es clave. La cabaña se llama La Dominga en honor a su abuela, Tercilia Dominga, una inmigrante italiana. Hoy maneja la firma junto a su esposa Lorena, liderando un equipo de 10 colaboradores.
“La cabaña es un negocio muy especial tiene un condimento artesanal, tiene un condimento de pasión, tiene un condimento de locura, no es tan fácil. La clave es ser versátil e integrarse, poder llegar a diferentes latitudes y apostar a relaciones ganar ganar. Son círculos virtuosos que ayudan a la mejora y a lograr un mayor volumen de producción”, concluyó.