Los tambos argentinos produjeron 955 millones de litros de leche en enero, lo que implica una baja –medida en el promedio diario– del 7,3% en comparación con diciembre, pero una suba del 3,5% frente al comienzo de 2022.
“Normalmente, la producción en el mes enero cae entre 9% y 8,5%. En esta oportunidad, ha caído menos producto de comparar con un mes de enero de 2022 que fue atípico en cómo venía la producción y cómo siguió, debido al fuerte estrés térmico que padeció el rodeo en ese mes del año pasado”, evaluó el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
Es decir, que en realidad el dato de enero parece más una foto desencajada dentro del contexto de achique productivo que viven los tambos debido a la sequía y al aumento de costos.
“Evidentemente los efectos de la importante sequía que afecta la mayoría de las cuencas lecheras y la incidencia de altos costos de producción (concentrados, entre otros insumos vinculados a la alimentación del rodeo) generaron efectos negativos sobre la producción de leche. La fuerza inercial que trae la producción de 2022 seguramente se desacelere en los próximos meses y tengamos valores negativos importantes en el segundo y tercer trimestre de este año”, completó el OCLA.
De todos modos, vale decir que la producción de enero, 3,5% superior a enero del año 2022, está por encima de la estimación que hace poco publicó el OCLA, en relación a información aportada por las industrias: +2,4% para enero y -0,73% en el total anual.
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