Un estudio comparativo elaborado por el Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea muestra que la inflación de los alimentos en nuestro país volvió a elevarse muy por encima del promedio de los países de Latinoamérica (a excepción de Venezuela).
Según el trabajo de los investigadores Juan Manuel Garzón y Tobías Lucero, el año pasado la inflación local en alimentos promedió el 5,7% mensual, mientras que en una muestra de 10 países de Latam (Brasil, Chile, Uruguay, Colombia, Perú, México, Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Bolivia) se ubicó en el 1%.
Es decir, que la suba de precios local fue 5,7 veces superior a la de la región.
Para peor, esto se potenció en el inicio de 2023: enero marcó un 6,8% de inflación en los alimentos, contra un 0,9% del promedio de las naciones mencionadas.
“En este primer mes del año la brecha de tasas se incrementó, siendo la inflación local 7,7 veces más alta que la de la región; esta diferencia de niveles se hace más llamativa cuando se compara con algunos países, por caso llega a 13 veces si se mide contra Brasil, 10,1 veces contra Perú y a 9,3 veces en relación a Bolivia”, completa el relevamiento.
Vale mencionar que esto ya lleva varios años sucediendo: al menos desde 2020, la inflación local es como mínimo 5 veces superior a la de los países de la región.
INFLACIÓN EN MEDIO DE LA DEFLACIÓN
Para Garzón y Lucero, “una segunda observación relevante, tan o más preocupante que la anterior, tiene que ver con lo que implica el índice de inflación del último mes en términos dinámicos”.
Se refieren a que en Argentina la espiral sigue expandiéndose, cuando en la región y en el mundo se achica.
Los datos de enero lo muestran:
- De una inflación promedio mensual del 1% en 2022, Latinoamérica pasó a 0,9% en enero, lo que significa un 11% anualizado, contra 13% del año pasado.
- En Argentina, por el contrario, la inflación mensual promedio se elevó del 5,7% al 6,8%, y la anualizada, del 94,5% al 120,2%.
Los economistas opinan que, más allá de los esfuerzos en materia de política fiscal y monetaria que pueden estar haciendo los gobiernos, seguramente están contribuyendo la gran estabilidad de varias de las monedas de la región (con revalorización nominal en la mayoría de los casos), algo que no sucede con el tipo de cambio en Argentina.
Pero incide también la deflación de precios internacionales de materias primas agrícolas y productos alimenticios básicos, que arrancó en abril de 2022 y acumula desde entonces una baja del 17,2%.
En otras palabras, en el mundo los precios de los alimentos han bajado notoriamente, por lo cual la excusa que supo esgrimir el Gobierno de que la inflación obedecía a factores externos nuevamente queda deslegitimada.
