Argentina es uno de los tres principales productores de soja y el mayor exportador de harina y aceite de la oleaginosa; y también está en el podio de la exportación de maíz.
Por eso, las perspectivas cada vez peores para la cosecha estival mantienen muy atentos a los operadores del mercado global.
Sin embargo, por el momento –y aunque el propio mercado ya descuenta fuertes pérdidas productivas en nuestro país– este rol de liderazgo de Argentina no ha tenido efecto alguno en Chicago.
“Las perspectivas pesimistas para la producción estival de Argentina no se reflejarían a nivel global”, se titula un informe realizado al respecto por la Bolsa de Cereales de Córdoba, y en el que analiza los números emitidos este miércoles por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), en su informe mensual de oferta y demanda de granos.
Según la Bolsa cordobesa, el organismo norteamericano actualizó a la baja la producción de soja y de maíz de Argentina, incluso por encima de lo que esperaba el mercado, pero eso difícilmente tenga correlación en una suba de precio, porque la oferta global es holgada.
En similar sentido se expresó la consultora Granar: “Entre los datos más relevantes se ubicaron los recortes ya previstos por el mercado sobre la producción argentina de granos gruesos, como consecuencia del prolongado déficit hídrico que viene afectando a los cultivos. De momento, y ante la ausencia de grandes sorpresas, las nuevas cifras oficiales no generan variaciones importantes en la tónica de los precios en Chicago”.
🖊️INFORME DEL USDA – FEBRERO
Te ofrecemos el repaso por lo dejado ayer por el USDA con su reporte mensual, donde hubo leves incrementos en los stocks finales estadounidenses de soja y de maíz, y recortes sobre la producción argentina de granos gruesos:
👉🏼https://t.co/RpBJocQqV0🚜 pic.twitter.com/QgsQGFkZcS— Granar SA (@GranarSA) February 9, 2023
SOJA
En concreto, el USDA ubicó a la cosecha argentina en 41 millones de toneladas, 4,5 millones menos que lo estimado en enero y 1,3 millones por debajo de lo previsto por los analistas privados.
El problema para que esto tenga correlato en los precios es que, a nivel mundial, la producción se estima en 383 millones de toneladas, 600.000 más que en enero; con stocks finales de 102 millones de toneladas, en línea con las expectativas del mercado.
“La información de stocks finales en Estados Unidos de la oleaginosa contribuye a reducirle presión a los precios con una estimación superior a la del mercado por 400 mil toneladas: sería de 6,13 millones de toneladas”, resumió la Bolsa.
Como un aspecto adicional a tener en cuenta, vale decir que la oleaginosa se mantiene desde hace casi un año en un valor alto en términos históricos: actualmente cotiza por encima de los U$S 550 la tonelada en Chicago, por lo que es difícil pensar saltos grandes de los valores si no hay alguna cuestión extraordinaria que sacuda al mercado.
No obstante, también vale decir que la perspectiva del USDA para Argentina es optimista en relación a la que hay en Argentina, donde la Bolsa de Comercio de Rosario ajustó su proyección a solo 34 millones de toneladas, la peor cifra en 14 años. Habrá que ver qué sucede con los precios en abril, cuando comience la cosecha local.
MAÍZ
En este punto, un aspecto clave es que las expectativas productivas de Brasil se mantienen altas, y por eso el mercado no teme que falte soja sudamericana, que es la que cubre el mercado cuando se retira la oferta del hemisferio norte.
Por ejemplo, en el caso del maíz brasileño, el USDA redujo apenas en 180.000 toneladas su pronóstico productivo, que alcanza a 125 millones de toneladas.
“Para Argentina la merma estimada es superior a los 3,5 millones calculados por el mercado, y es de 5 millones de toneladas respecto a la estimación de enero”, resumió la Bolsa cordobesa.
De todos modos, sucede lo mismo que con la soja: aunque la producción mundial del cereal fue reducida en 4,5 millones de toneladas, hasta 1.151,4 millones; dados los cambios en consumo, stocks iniciales e importaciones, las existencias finales sólo caerían en 1,1 millones de toneladas.
Así, serían de unas 295,3 millones de toneladas, casi 600.000 por encima de lo estimado por los privados, poniéndole un techo a las expectativas alcistas.