En el Parque Temático La Silvestre, de la zona de Jamundí, Valle de Cauca, Colombia, los productores tamberos apuestan por el uso del girasol como un elemento de forraje para los animales.
¿El resultado? Leche de alto volumen proteico. Incluso, destacan hasta un “color un poco más amarillento” en la leche a causa de este insumo.
“Nuestra leche tiene una proteína supremamente alta y obedece obviamente al consumo permanente de nuestro hato del girasol”, expuso Juan Pablo Arboleda, tambero colombiano de la región ante el portal Rodando Libre.
“Los sólidos grasos nos dan un color un poquito más amarillento por los carotenos del mismo cultivo y nos da un nivel de grasa altísimo para nuestros procesos de yogures y de todos nuestros lácteos”, explicó.
Eso provocó que la empresa sea la única de ese país en obtener leche pasteurizada con registro Invima a base de dos tipos de girasol: francés y americano.
“Esto para engordar novillos es espectacular” dijo Juan Pablo Arboleda. Los niveles de proteína, sostuvo, pueden alcanzar el 18% y 19%.