Desde su aprobación en 2012, la soja Bt es una de las herramientas más valiosas dentro del manejo integrado de plagas, facilitando el control de lepidópteros con menor uso de insecticidas.
No obstante, hay riesgos: la campaña pasada se confirmó por primera vez en Latinoamérica la existencia de poblaciones de oruga medidora resistentes en soja Bt en Brasil.
Del mismo modo, en nuestro país, algunos productores del norte vienen detectando un cambio de susceptibilidad de la plaga frente a este evento biotecnológico, lo que trae una preocupación más al campo.
Con el fin de traer algo de luz sobre este tema, Agenda Aapresid convocó a expertos que compartieron estrategias para cuidar esta tecnología.
LA SOJA VERSUS LOS INSECTOS
Cabe recordar que, gracias a la biotecnología, la soja Bt tiene la capacidad de sintetizar proteínas tóxicas que le otorgan protección contra: oruga de las leguminosas (Anticarsia gemmatalis), falsa medidora (Chrysodeixis includens), oruga medidora (Rachiplusia nu), oruga bolillera (Helicoverpa gelotopoeon) y barrenador del brote (Crocidosema aporema), entre otras.
“Las encuestas de la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM) arrojan que la tecnología de resistencia a lepidópteros es adoptada en un 25% de la superficie agropecuaria, concentrándose en el noroeste del país, donde la presión de lepidópteros es muy elevada y en donde la siembra de sojas Bt llega a superar el 60%”, explicó Eugenia Niccia, gerente del programa.
En este marco, las fallas de control detectadas en soja Bt llevaron a la necesidad de aplicar en casi un 4% de los casos, donde se observó daño y supervivencia de plagas supuestamente controlables con esta tecnología.
Aunque la resistencia no está científicamente confirmada, no se debe bajar la guardia: si no se toman los recaudos necesarios, la instalación y dispersión de eventuales resistencias, es solo cuestión de tiempo.
UNA FÓRMULA CON TRES INGREDIENTES
Bajo este panorama, en cultivos Bt, existen tres estrategias dentro de las buenas prácticas agrícolas para retrasar resistencias, explicó Augusto Casmuz de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC).
1) Alta dosis
La proteína insecticida responsable del control debe expresarse en concentraciones superiores al 25%, para matar al menos al 99% de los individuos susceptibles.
Además de su expresión, también es importante la combinación de eventos. Hasta la campaña pasada, sólo estaba disponible la protección a través de la proteína Cry1Ac en variedades de soja Intacta RR2 PRO.
Hoy, Conkesta Enlist ‘apila’ a este evento la proteína Cry1F, logrando un control más eficiente.
2) Adopción y buen manejo de refugios
La misma encuesta de la Rem revela que sólo el 39% de quienes usan refugio (60% de los encuestados) lo hace siguiendo las recomendaciones de distancia, proporciones y manejo.
El refugio consiste en sembrar un 20% con variedades de soja no Bt, de características equiparables al cultivar que sí tiene el evento, a una distancia no mayor a los 1.200 metros.
Si fuera necesario el control de insectos blanco, se recomienda que no sea demasiado contundente. Esto permite mantener una cierta proporción de insectos susceptibles, que al cruzarse con posibles resistentes retrasan el avance de resistencias.
3) Monitoreo de resistencia
Para ver cómo va evolucionando la susceptibilidad de poblaciones blanco, “tenemos que fortalecer el buen uso de estas tecnologías, para no perderlas. Es un camino de trabajo en conjunto entre los actores involucrados: ciencia, instituciones educativas, asociaciones, productores, asesores, empresas y semilleros”, cerraron los referentes.