El perfil exportador de las economías regionales muestra un comportamiento disperso, de acuerdo a un informe elaborado por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), de la Fundación Mediterránea.
La entidad explicó que, más allá de incrementos en la tonelada exportada de producciones como aceite de maní y la ciruela seca, en ningún caso aumentaron más que los commodities de mayor peso en la balanza comercial, como el caso de la soja.
“Los precios son inferiores a los de cinco años atrás en la mayoría de los productos y la merma supera el 30 % para manzanas, garbanzos, limones y ajos”, reconocieron. Y agregaron: “No venía siendo un buen año para las economías regionales, cada vez menos competitivas y una gran helada en el oeste argentino complicó su panorama”.
Las economías regionales tienen un problema creciente de competitividad. El costo argentino en dólares viene elevándose y a diferencia de los commodities pampeanos, la mayoría de los productos regionales no se han beneficiado con un fuerte incremento de precios internacionales 🧵 pic.twitter.com/VtM2J1TTnD
— Fundación Mediterránea (@FMediterranea) November 18, 2022
EL DERRAME NO LLEGÓ A TODOS
Un dato que se puede apreciar en el informe es que el aumento en los precios de exportación fue más favorable para productos del agro pampeano –oleaginosas, cereales y carnes– en detrimento de otras producciones, que en los últimos cinco años perdieron terreno.
“Las economías regionales se habían visto favorecidas con las devaluaciones observadas desde mediados de 2018, que les redujo sustancialmente el costo argentino en dólares. Pero con el tiempo, ese beneficio se ha ido diluyendo”, argumentaron.
En este punto, si bien los costos salariales de esta cadena de valor son menores en dólares, el promedio de los precios de sus productos exportados también es más bajo. A este panorama, se deben añadir costos como fertilizantes, transportes y en menor medida, combustibles.
EL DOLAR REGIONAL
Cabe recordar que ante este escenario, el Gobierno anunció la creación de un tipo de cambio diferenciado para este sector, que regirá a partir del 20 de noviembre y se extenderá hasta fin de año. Las entidades del campo y de la producción argumentaron que esta medida no tendrá impacto en la generación de divisas.
El instituto también expuso sus críticas a esta medida y consideraron que a la fecha se desconoce cual será el monto para este tipo de cambio provisorio. “A diferencia del dólar soja, no es un objetivo de política macroeconómica, sino un plan de asistencia a un sector afectado”, remarcaron.
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También hicieron hincapié en su transitoriedad, porque solo beneficiará a quienes exporten en ese período, como el caso de las cerezas, pero dejará fuera de juego a manzanas, peras y limones.