El sector forestal argentino cerró 2021 con exportaciones por U$S 861 millones según datos oficiales y de acuerdo a estimaciones de esa cadena de valor, con inversiones en infraestructura podría duplicar esa cifra en pocos años.
Pero las cifras de la industria forestal muestran a una actividad que no termina de despegar en superficie implantada y en exportaciones, mientras los países vecinos exhiben un crecimiento constante en los últimos años.
Un trabajo realizado por Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), de la Fundación Mediterránea, se enfocó en tres productos exportables del sector forestal y comparó su evolución con los competidores del Cono Sur entre los años 2010 y 2021.
ABAJO EN TODOS LOS RUBROS
En productos derivados de madera, el comercio exterior argentino creció un 15,3%, al pasar de U$S 274,8 a U$S 316.8 millones. En el resto de América Latina, el crecimiento fue vertiginoso: Brasil tuvo un incremento de 135% (U$S 1.913,2 millones a U$S4.494,9 millones); Uruguay creció 122% (U$S 255,5 a U$S567,3 millones) y Chile un 45%, al pasar de U$S 1.821,9 a U$S 2.646,7 millones.
En el caso de pastas celulósicas –principal insumo para elaborar papel y cartón- las exportaciones nacionales cayeron un 22%, y retrocedieron de U$S180,3 a 140,6 millones. En la vereda opuesta, Uruguay aumentó el comercio exterior en este rubro un 118% en los últimos once años (de U$S 724,3 a 1.579,6 millones); Brasil en un 41% (U$S 4.759 a U$S6.730,7 millones) y Chile un 12%, al crecer de 2.412,8 a 2.701,5 millones
Por el lado de los productos de papel y cartón, el recorte fue generalizado y estuvo encabezada por Uruguay, con un retroceso de 82%, seguido por Argentina (47%); Chile (21,4%) y Brasil, con un 5,1%.
LOS MOTIVOS DE LA CAÍDA
“Los motivos de estas caídas en las exportaciones de este producto obedecen a n a que los países importadores prefieren comprar la materia prima, para ellos mismos producir papel y sus derivados”, explicaron desde el instituto.
La cadena de valor forestal en Argentina cuenta con un Plan Estratégico 2030, una herramienta que permitiría generar un ingreso de divisas de U$S 2.600 millones en la próxima década. Pero uno de los pilares de esa planificación es la inversión y según las entidades del sector, se requiere una inversión cercana a los U$S 7.000 millones.
Por ese monto, se podrían levantar dos plantas de celulosa, un aserradero y un clúster que acompañe a esa infraestructura. Pero por el momento, los inversores no aparecen y esto impacta en el comercio exterior, que no termina de dar el salto.