Las empresas de maquinaria agrícola sufrieron un retroceso en sus ventas, a partir de la sequía y la dificultad creciente para acceder a líneas de financiamiento. En este contexto, los fabricantes recibieron con entusiasmo el anuncio oficial de créditos, anunciado recientemente por el ministro de Economía, Sergio Massa.
Con un fondeo de $500.000 millones, el programa Crédito Argentino brindará líneas de financiamiento para acompañar inversiones productivas, potenciar las exportaciones y sustituir importaciones. En el caso de la maquinaria agrícola, subsidiará en 30 puntos las tasas actuales, por lo cual el interés para financiar la compra de implementos quedará en el orden del 50%.
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“La primera impresión es que será bueno, porque se mencionó que tendría un subsidio de tasa de 30 puntos. Es por ahí el camino y se debe implementar lo más rápido posible”, señaló Eduardo Borri, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma).
En diálogo con Infocampo, el directivo explicó que la combinación de sequía y suba en la tasa de interés pegó de lleno en el sector, que en los últimos tres meses tuvo un marcado descenso en sus operaciones. Entre los rubros más afectados, se encuentran sembradoras y pulverizadoras. “Hubo caídas de hasta 80% en las ventas de algunas empresas”, advirtió.
Borri explicó que a partir de esta situación, llegaron a cancelarse operaciones de ventas que se cerraron en muestras agropecuarias. Al momento de cerrar el contrato, se hizo a una determinada tasa, pero luego cambió el porcentaje y se hizo imposible para ambas partes sostener la venta.
EXPECTATIVAS
En el primer trimestre de 2022, los fabricantes estimaban que el año cerraría con un aumento en las ventas del mercado interno cercano al 25%. Pero en este momento, las expectativas son menores. “El año está jugado desde el punto de vista de facturación y esperamos que el año cierre con un aumento de 5 a 10%”, consideró el titular de Cafma.
Con respecto al impacto de estos nuevos créditos, señaló que por el momento no se encuentran operativos, pero espera que el impacto sea positivo en la facturación.
Un factor que permite aliviar las dificultades que generan la falta de fluidez de las importaciones de insumos para la fabricación es el stock acumulado en las fábricas. “Tenemos para cinco o seis meses, entonces nos otorga más tiempo”, puntualizó.
Consultado por la dinámica de los mercados externos, estimó que el año podría finalizar con despachos por US$ 110 millones, que en relación al año previo representa un incremento aproximado de U$S 30 millones.