A nivel global, los consumidores de alimentos demandan trazabilidad en los procesos productivos, sin descuidar el impacto medioambiental y la sustentabilidad en todos sus aspectos.
En Tandil, un tambo robotizado busca cumplir con estas premisas. A partir de una inversión de US$ 1,3 millones, la firma Noorden inauguró en esa localidad del sudeste bonaerense un establecimiento “enérgicamente sustentable y abierto a la comunidad”, según lo definieron Federico Alonso, Álvaro Vázquez Rovere y Agustín Orella, los tres socios que integran esa empresa.
El establecimiento “La Colorada”, ubicado a 15 minutos del centro de la ciudad, cuenta con cuatro robots de ordeñe, que permiten trabajar un total de 280 vacas y obtener un promedio de 30 litros diarios por animal.
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“Consideramos que nuestra producción no solo será valorada por su calidad, por el bienestar animal y su alimentación pastoril; sino también porque se realiza a través de la innovación e inversión en una estructura completamente sustentable que ayuda y contribuye en el cuidado de nuestro ambiente” explicó Agustín Orella.
BIENESTAR ANIMAL AL SERVICIO DEL TAMBO
El sistema de trabajo del establecimiento está basado en el tráfico libre de la vaca. Según explicaron los socios, pueden comer, beber, descansar y ser ordeñadas en cualquier momento del día. “Durante el ordeñe, se premia a las vacas con alimento concentrado, lo que genera una gran cantidad de visitas al robot”, explicaron.
El reconocimiento por el sensor del collar le proporciona al robot la información necesaria, para la gestión del ordeñe en base al historial de cada animal.
El proyecto busca cumplir con tres objetivos: la producción y comercialización de leche; funcionar como tambo demostrativo, para que los productores interesados puedan visitar y conocer la tecnología que se utiliza; y para visibilizar a la sociedad que la producción de leche puede ser sustentable en el plano económico, social y ambiental.
SUSTENTABILIDAD ENÉRGETICA
El tambo fue concebido para ser energéticamente neutro. Es el primero en Argentina que produce el 100% su propia energía, desconectado de la red eléctrica y a través de un sistema off grid de generación fotovoltaica, compuesto por paneles y baterías solares.
La energía necesaria para el funcionamiento es generada por paneles solares. “La idea en el futuro es incursionar también en energía eólica de media potencia para complementar la generación solar”, remarcaron. Por otro lado, con el exceso de energía generada en verano se alimentará una bomba de riego para las pasturas, que aportará estabilidad en la alimentación durante todo el año.
