En Entre Ríos, la falta de lluvias y la suba en el costo de los insumos impactará en la intención de siembra del arroz, que perderá superficie en relación al año pasado. Ante este escenario, los productores evalúan pasarse a otros cultivos o bien apostar por la ganadería.
De acuerdo a la Bolsa de Cereales de esa provincia, para este ciclo se implantarán 52.000 hectáreas, que representará una caída interanual de 20%. De cumplirse estas proyecciones, será el área sembrada más baja en los últimos 22 años.
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En esta nueva campaña, existen una serie de factores climáticos que podrían recortar la producción del cereal. A nivel nacional, Entre Ríos representa cerca del 25% de la superficie en todo el país destinada al cultivo.
✅ #BolsaCERInforma | Caería un 20 % el área arrocera en Entre Ríos
👉 Así lo dio a conocer el SIBER en su informe semanal, al dar cuenta el inicio de la implantación de arroz en la provincia correspondiente al ciclo agrícola 2022/23.
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Por el lado climático, la entidad advirtió que las represas no están actualmente al máximo de su capacidad. “Este año, los productores no piensan arriesgar a sembrar más de lo que actualmente pueden llegar a irrigar”, señalaron.
A este factor, se debe agregar que en la zona de riego por ríos y arroyos siguen los mismos problemas del año pasado, a partir de la bajante del Río Paraná.
LOS COSTOS, UN OBSTÁCULO
A la hora de hacer números, los productores analizan con lupa todos los detalles. En el caso de las zonas de riego por pozos profundos, el uso de combustibles eleva el rendimiento de indiferencia por encima de los 8.500 kilos por hectárea, situación que deja fuera de juego a más de un agricultor.
“A pesar de que a nivel internacional hay señales de que la cotización del arroz experimentaría un alza en el precio, a nivel local, los precios no son atractivos”, remarcaron. Además, se suman obstáculos como el temor a posibles aumentos en combustibles y energía eléctrica; elevados precios de los arrendamientos y altos costos de los fertilizantes.
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