La decisión del Gobierno nacional de establecer un “dólar soja” de $ 200, dentro de un Programa de Incremento Exportador, no solo generó malestar de sectores que ven aumentar sus costos ante el encarecimiento de la oleaginosa.
También está generando reclamos de otras economías regionales, que piden tener el mismo tratamiento diferencial, para poder potenciar sus exportaciones.
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Por caso, Frutas de Argentina, el comité que representa a la producción y comercialización de las principales frutas del país (cítricos, cerezas, arándanos, manzanas, peras), emitió un comunicado en el que solicitó al gobierno nacional que, ante el escenario de pérdida de competitividad que sufren éstas actividades, “se contemple el mismo tratamiento que el que tuvo el sector productor y exportador de soja”.
“Más allá que los considerandos y fundamentos de dicho decreto se ajustan a la realidad de nuestro sector, existen además fundamentos tan específicos como críticos que sustentan el pedido”, señala el documento.
Entre estos hechos, se mencionan la crisis de los mercados internacionales post pandemia, el conflicto entre Rusia y Ucrania, el crecimiento de los costos internos en dólares “a niveles extraordinarios” y el tipo de cambio real retrasado en función de dicho aumento de costos.
“En el pasado, ya hemos sufrido la pérdida de miles de hectáreas de producción como consecuencia de similares escenarios; por lo tanto, debemos evitar que se repita una nueva caída de la capacidad productiva del país, sosteniendo el empleo, las exportaciones actuales, y apuntar al crecimiento de las mismas”, afirma Frutas de Argentina.
DESDE MENDOZA, TAMBIÉN POR LOS VINOS
En tanto, en la Legislatura de Mendoza se presentó un proyecto de declaración para que el Poder Ejecutivo realice las gestiones necesarias ante la Nación, para que la producción vitivinícola, y también la frutihortícola, sean incluidas dentro del Programa de Incremento Exportador.
“La medida mencionada favorece claramente a un sector productivo específico, localizado en cierta parte del país, en desmedro del resto. Esta medida atenta claramente contra el federalismo y contra la realidad de distintos sectores productivos mucho menos favorecidos por diferentes situaciones”, critica el proyecto presentado en el cuerpo legislativo mendocino.
Y continúa: “Establecer un valor del dólar para un producto y dejar a los demás con otro, es una injusticia tremenda, una devaluación selectiva que favorece a un solo sector”.
“El gobierno nacional debe dar a todas las regiones productivas del país un dólar a un mismo valor para sus exportaciones. En una crisis nacional no puede haber soluciones regionales”, completa.
