El Gobierno reconoció en estos días que analiza gravar el uso propio de semillas y en el campo esta cuestión divide las opiniones. En el caso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), se mostraron a favor de la medida.
En este punto, consideraron que el pago a las semilleras por su tecnología permitirá que Argentina recupere su rol de líder en tecnologías y empiece a recortar la brecha tecnológica con países competidores, como Brasil.
En diálogo con Infocampo, el presidente de la entidad, David Roggero, sostuvo que en los últimos años, Argentina cedió protagonismo en materia de biotecnología. Como punto de partida, señaló que no existe, por parte de los productores argentinos, un reconocimiento a la inversión en biotecnología efectuada por los semilleros. “Venimos pregonando que Argentina fue líder en uso de tecnología y hoy está dejando de serlo”, sostuvo.
En el marco de la presentación del 30° Congreso de la entidad, Roggero expresó que es favorable que este tema forme parte de la agenda de temas del Ministerio de Agricultura. ” No es un tema menor y nos ha llevado por ejemplo a tener un potencial menor que Brasil “, sostuvo.
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— Aapresid (@aapresid) July 19, 2022
Y agregó: “Las empresas que han desarrollado variedades y tecnologías no la aplican en el país, básicamente porque no tienen reconocimiento”.
En el caso de entidades gremiales como Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), si bien admitieron que las empresas dueñas de la tecnología deben cobrar por su uso, su implementación debe surgir a partir de un acuerdo por los productores y no por decreto.
EL TRIGO, CON RUMBO INCIERTO
Las estimaciones públicas y privadas indican una caída en el área sembrada del cereal 2022/23, traccionada por cuestiones climáticas y de coyuntura económica, como el caso de la suba en el precio de insumos.
“Vemos una situación un poco compleja, pero queda mucha tela por cortar para que tengamos la certeza de que no ha sido una buena campaña“. El directivo advirtió que en muchas regiones productivas existe un marcado déficit hídrico, a lo que debe añadirse una caída en los niveles de fertilización. “Sería ingenuo pensar en cosecha récord”, puntualizó.
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En este sentido, explicó que en muchos lotes no se pudo sembrar, a causa de la falta de humedad en los perfiles. “En su gran mayoría, no vimos productores que hayan decidido incrementar su nivel de fertilización”, agregó.
El menor uso de tecnología es un escenario que no pasó desapercibido en Aapresid. Con respecto a los niveles de fertilización para el trigo de este año, Roggero esbozó un horizonte complejo: En el mejor de los casos, lo mantuvieron y en muchos casos lo disminuyeron o lo quitaron“.
EL REGRESO DE LA LABRANZA
A principios de año, desde Aapresid alertaron por el avance de la labranza, en reemplazo del esquema de siembra directa. De acuerdo a un relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), en 2021 se registró una suba de 3% en esta modalidad.
“Tenemos el desafío de entender porque un productor decide ir por ese camino de volver a la labranza “. sostuvo el titular de Aapresid. Con respecto a los motivos, argumentó que algunas de las causas de esta decisión radican en el incremento de costos.
