El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, confirmó que el Gobierno está diseñando herramientas para modificar el sistema de comercialización de semillas, lo que implicará comenzar a gravar el “uso propio”.
El funcionario no ahondó en detalles sobre cómo será este esquema, ante rumores que indicaban que se impondría un porcentaje fijo sobre cada tonelada de soja vendida para financiar a los obtentores, o también un esquema de pagos en función de los diferentes tamaños de productores.
En el marco de la presentación del 30° Congreso de Aapresid, el funcionario remarcó que en la actualidad, el porcentaje de uso de semilla fiscalizada en soja es muy bajo y no supera el 20%.
Participé de la presentación del 30° Congreso de @aapresid, una instancia que permite articular el conocimiento técnico y científico de las y los productores, la comunidad académica y el Estado. Tenemos un dispositivo institucional agropecuario que es un orgullo para el país 👇 pic.twitter.com/5h71EMpqNH
— Julián Domínguez (@DominguezJul) July 20, 2022
Domínguez solo puntualizó que la idea es que las empresas semilleras puedan reinvertir utilidades para desarrollar tecnologías. “Hay inversiones que se van a Brasil por no tener un marco normativo“, puntualizó.
Por el lado de los productores, destacó que con esta decisión apuntan a que accedan a mayores rendimientos. “El uso propio no puede ser gratuito”, remarcó.
Domínguez adelantó que por el momento están en una instancia de escuchar a todos los actores de la cadena. “Estamos buscando la manera inteligente de construir un acuerdo que sea un paso previo a una ley de semillas y que permita resolver este problema”, sostuvo. Y agregó: “¿Hay una solución única? No. Estamos escuchando todas las posiciones para construir este camino”.
EN LA ÚLTIMA DÉCADA, LA PRODUCCIÓN DE SOJA NO DESPEGÓ
El titular de Agricultura sostuvo que esta medida debe representar un impulso para la producción granaria argentina. En el caso de soja, en la última década se estancó en torno a las 50 millones de toneladas, mientras que Brasil incrementó su volumen y hoy es un jugador destacado.
“Estamos convencidos que los rendimientos que debiera tener la última tecnología tendrían que ser superiores, tiene que ser algo que garantice a los productores que el rinde va a ser muy por sobre lo que tiene el sistema actual”, afirmó.
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En referencia a la oleaginosa, hizo mención a la suspensión de la tecnología Intacta en Argentina y advirtió que “vamos a tener problemas con las variedades en el futuro”. En este sentido, remarcó que campaña tras campañas los rindes caen, mientras las empresas no logran solucionar sus diferencias con los productores.