El 19 de marzo pasado, el Gobierno nacional oficializó una de las últimas medidas que generaron fuerte malestar en la cadena agroindustrial argentina: una suba de las retenciones a la harina y el aceite de soja, para financiar con esa recaudación extra el “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino”.
Horas antes, el presidente Alberto Fernández había anunciado su “guerra” contra la inflación y había mencionado a la fuerte suba del precio del trigo como una de las batallas a dar, para que no impacte en el precio del pan.
Sucede que el 8 de marzo, según datos recopilados por la Bolsa de Comercio de Rosario, el precio del trigo en el mercado de Chicago había alcanzado U$S 472,71, el máximo valor desde 2014, subiendo casi U$S 200 desde los menos de U$S 300 a los que cotizaba en febrero, antes de la invasión de Rusia a Ucrania.
Desde entonces, el Gobierno ha sostenido un discurso oficial que culpa a la suba de los precios internacionales de la inflación y por eso justifica intervenciones en los mercados de granos para “desacoplar” los valores mundiales de los internos.
EL DESACOPLE AL REVÉS
Pero lo sucedido desde entonces, y sobre todo en el último mes, va a contramano de este argumento de la Casa Rosada.
De acuerdo con el informe mencionado de la entidad rosarina, el trigo el 17 de mayo pasado volvió a tener un pico, alcanzando los U$S 469,40 en Chicago.
A partir de allí, comenzó un tobogán que no termina: este viernes, la posición septiembre cerró a U$S 285,41, un 12,9% por debajo del viernes pasado y casi U$S 200 o 39% por debajo del valor de un mes atrás.
Este precio es, además, similar al que cotizaba el cereal en febrero, antes de la guerra en el Mar Negro.
En paralelo, en las últimas horas el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó el Índice de Precios al Consumidor de junio, que reveló un alza del 3,4% en el kilo de pan, en relación a mayo.
Es decir, que mientras el trigo cayó casi 40% a nivel mundial, a nivel local el pan continuó incrementándose.
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Del mismo modo, mientras el valor actual del cereal es similar al de mediados de febrero, en los últimos cuatro meses el pan en Argentina se incrementó 38%: pasó de $ 225,82 (precio de referencia tomado por el INDEC para el Gran Buenos Aires) a $ 311,80.
En conclusión: si los precios internacionales influyeran realmente en los valores locales, el pan debería haber bajado y no continuar por el ascensor como sucedió.
¿POR QUÉ BAJA EL TRIGO?
En este contexto, el reporte de la Bolsa de Rosario señala que hay tres factores que explican en gran medida las fuertes bajas que ha mostrado el trigo en las últimas semanas:
MEJORA EN LAS PERSPECTIVAS PRODUCTIVAS. La campaña 2022/23 a nivel global se avizoraba complicada en muchos frentes: sequías en India, China y la Unión Europea, principales productores, acompañada de problemas productivos en Estados Unidos, Australia y en Argentina. En China, principal productor de trigo a nivel mundial, la condición del trigo de primavera era la peor de la historia hasta hace unos meses, según informaba el propio Ministerio de Agricultura del gigante asiático.
Sin embargo, el panorama fue mejorando con el tiempo y se espera que la campaña 2022/23 cierre con una merma de solo 1% en la producción global, como lo mostró el último reporte sobre Oferta y Demanda Mundial de Productos Agrícolas (WASDE) publicado por el USDA.
¿Qué factores explican la baja de precios del trigo?
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Asimismo, el comercio mundial de trigo aspira a crecer 2,5% y superar las 205 millones de toneladas, un máximo histórico. Al compás de ello, la cosecha de trigo estadounidense se viene ajustando al alza y por encima de las expectativas de los operadores. Con una demanda creciendo a menor ritmo, mes a mes mejoran también los stocks finales que se esperan para la campaña actual de la potencia norteamericana, lo que impulsa hacia abajo los precios.
NEGOCIACIONES EN EL MAR NEGRO. El ministro de infraestructura ucraniano afirmó que se está “definitivamente un paso más cerca” de llegar a un resultado en lo atinente al reinicio de embarques de granos desde ese país, que es uno de los mayores productores y exportadores de trigo del mundo.
Además, si bien los embarques ucranianos están interrumpidos por el conflicto, los rusos nunca se detuvieron. Desde el inicio de la guerra, Rusia embarcó más de ocho millones de toneladas a través de sus puertos del Mar Negro, casi un 10% más que en el mismo período del 2021. Las especulaciones por potenciales interrupciones en los embarques rusos que se especulaban al principio del conflicto se vieron descartadas con el tiempo, lo que también puso un techo a los precios.
LOS FONDOS AHORA VENDEN. Por último, la BCR menciona que, en un contexto internacional inflacionario, la suba de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos viene revaluando al dólar. Esta semana fue noticia que la moneda estadounidense llegó a la paridad con el euro por primera vez en 20 años.
De esta manera, las políticas monetarias contractivas estadounidenses vienen desincentivando el posicionamiento financiero en commodities, que hasta ahora habían sido un importante refugio de valor en un contexto mundial de bajas tasas de interés.
Luego de seis semanas de ventas, a principios de julio el posicionamiento neto de fondos de inversión en trigo volvió al terreno neto vendedor por primera vez desde marzo. El robusto cierre de posiciones de las últimas semanas es otro de los factores que viene llevando hacia abajo los precios del trigo.