La combinación de falta de lluvias y bajas temperaturas retrasa la siembra de trigo en el centro y oeste del área agrícola, de acuerdo a estimaciones de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA).
“Las lluvias de junio fueron extremadamente escasas, con valores muy por debajo de lo normal en casi todo el país, salvo en un área de la región chaqueña y en la cordillera norpatagónica”, señalaron.
CUALES SERÁN LAS REGIONES AFECTADAS
Las condiciones deficitarias en los perfiles se acentuaron en el centro de Buenos Aires, en la zona núcleo y en gran parte de la provincia de Córdoba, La excepción a este escenario es el sudeste bonaerense, la principal región triguera a nivel nacional.
En el informe, elaborado por la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA, advirtieron que en lotes donde no llegue a sembrarse trigo -por quedar fuera de la ventana de siembra para los ciclos correspondientes- se implantará maíz temprano en los próximos meses.
🌾SE DIFICULTA LA SIEMBRA DE #TRIGO POR FALTA DE #AGUA DEL #SUELO
Hay 52% de probabilidad de condiciones #Niña en el próximo trimestre
🔍https://t.co/Opwrqk4YcV #UBA #FAUBA #SLT #siembra #sequía #lluvias #precipitaciones #temperatura #SMN #cereales #clima #ENSO @FAUBA_oficial pic.twitter.com/VJGaYYUHYo— SLT-Sobre La Tierra (@SLT_Divulgacion) July 6, 2022
Además del impacto agrícola, consideraron que la actividad ganadera podría verse afectada, por una menor productividad de los pastizales y las pasturas. “Por esto, en muchos establecimientos, los productores se ven obligados a usar las reservas anticipadamente o a afrontar gastos no previstos de suplementación”, remarcaron.
Para la nueva campaña del trigo las estimaciones privadas calculan una superficie sembrada de alrededor de 6,3 millones de hectáreas.
Aunque no representa una caída de consideración en relación al ciclo anterior, el menor uso de tecnología hará que la producción sufra un recorte de casi 2 millones de toneladas.
¿QUÉ PASARÁ CON EL PAQUETE TECNOLÓGICO?
Este último dato no es menor: en un escenario de incertidumbre económica y con faltante de insumos estratégicos para apuntalar los rindes del cereal, los productores jugarán a la defensiva.
De acuerdo a un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en la campaña 2021/22 los agricultores aplicaron un paquete tecnológico para lograr rindes de 5.000 a 5.500 kilos por hectárea.
Para el nuevo ciclo, las expectativas son menores y en el campo apuntarán a una productividad de 3.500 a 4.500 kilos por hectárea.
