Investigadores de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) diseñaron un modelo de simulación que permite pronosticar el riesgo que tendría para el ambiente la aplicación de fitosanitarios.
La herramienta, llamada PRORIPEST, permite identificar los momentos, tecnologías y productos que generan un mayor riesgo ambiental, y así, con esa información, tomar decisiones agronómicas de menor impacto. La app es gratuita y de libre acceso.
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Según Rodrigo de Paula, docente de Cerealicultura de la FAUBA, el objetivo es reducir los riesgos que puede tener una aplicación de fitosanitarios si ocurre con alguna condición inadecuada, que pueda derivar en algún efecto nocivo en organismos distintos a los que se intente controlar, como insectos, aves o personas.
“En las últimas décadas aumentó tanto el uso de fitosanitarios como la percepción de la población sobre los riesgos de utilizarlos. Un sector de la sociedad los percibe como amenazas a los ecosistemas y a la salud, y otros los perciben como herramientas fundamentales para la producción. Es un problema muy complejo”, evaluó de Paula.
CÓMO FUNCIONA PRORIPEST
Así, en concreto, la aplicación determina el riesgo ambiental que tendría aplicar cualquier pesticida, teniendo en cuenta el producto que se utilizará, de qué forma se pulverizará, el pronóstico meteorológico y las características del suelo en el lote.
La herramienta analiza además posibles impactos en el agua superficial y subterránea, en el suelo, en el aire, y también expresa el peligro ecotoxicológico para insectos, mamíferos y peces.
💻DESARROLLAN HERRAMIENTA PARA DECIDIR SOBRE EL USO DE #PESTICIDAS
Informa el #riesgo para el #ambiente de utilizar #agroquímicos
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Como se vincula con pronósticos meteorológicos, es capaz de predecir el riesgo ambiental tres días antes de la aplicación. De esta manera, posibilita saber cómo reducir los riesgos de una pulverización en particular.
“El riesgo se muestra como un valor entre 0 y 1. El 0 representa el riesgo mínimo, y el 1, el máximo”, explicó De Paula, que realizó este estudio junto a Diego Ferraro, también docente de Cerealicultura de la FAUBA e investigador del CONICET. Ambos publicaron los detalles en la revista Science of The Total Environment.
DERIVA Y VOLATILIZACIÓN
Uno de los mayores riesgos sucede en casos de condiciones climáticas o ambientales que pueden provocar la deriva de agroquímicos hacia zonas urbanas.
En ese sentido, el modelo de Ferraro y de Paula logró identificar los procesos y variables que maximizan o minimizan los riesgos de deriva y volatilización.
“Las variables que más inciden en la deriva son la temperatura, la humedad relativa, la velocidad del viento, el tamaño de gota que se aplica y si se emplearán equipos aéreos o terrestres. En cuanto a la volatilización, los factores más importantes son la volatilidad propia del compuesto químico a usar, la temperatura, la velocidad del viento y la humedad ambiente. También influye todo lo que afecte la interacción entre el producto y el suelo, como la vegetación”, resaltó de Paula.
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El valor de riesgo que brinda el modelo permite que los usuarios identifiquen situaciones en las que directamente no conviene aplicar porque la probabilidad de deriva o volatilización puede ser muy alta.
De forma simultánea, PRORIPEST anticipa condiciones que aumentan el riesgo sobre el agua y el suelo, como pueden ser lluvias intensas, suelos con mucha pendiente o de textura arenosa, o tecnologías inadecuadas para aplicar los productos.
Así, es posible elegir el momento para aplicar, pensar en cambiar la tecnología de aplicación o, incluso, cambiar el producto por otro que implique menos riesgo.
“Nuestra herramienta es útil como insumo para las empresas agropecuarias que quieran incorporar la dimensión ambiental a sus decisiones. También puede ser útil a productores y aplicadores, a investigadores, a docentes y a cualquiera que le interese saber qué pasaría con los fitosanitarios en el ambiente”, agregó de Paula.