La “economía circular” sorprende y permite explorar diferentes horizontes. Tal vez, muchos impensados hasta hace un tiempo, sobre todo, para el manejo de la alimentación animal y también la humana.
En este sentido, en el parque industrial de la ciudad bonaerense de Balcarce (Buenos Aires), la empresa “Procens” está llevando adelante la puesta en marcha y producción de harina de insectos con destino al consumo animal, lo cual se trata de un novedoso proyecto que, bajo la supervisión del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
El proceso de economía circular, en este proyecto, se inicia con la cáscara de papa. La localidad bonaerense tiene histórica tradición en la producción de esta hortícola.
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Las larvas de la mosca “Soldado Negra” son alimentadas con residuos orgánicos de cáscara de papa. Con ellas, se elabora una harina con proteína premium para la alimentación animal y biofertilizantes.
“Tratamos de inspirarnos en los ciclos naturales para poner nuestro trabajo al servicio del sistema agropecuario y transformar desperdicios alimenticios en nuevos nutrientes para las plantas y los animales, cuidando la sanidad vegetal, animal y de los humanos”, explicó Julien Laurençon, cofundador y director general de Procens.
El acompañamiento del Senasa incluyó la creación de una nueva categoría de actividad productiva: la de establecimientos de cría de insectos para consumo, en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa)
CONCENTRADO
Uno de los productos que elabora la empresa emprendedora es un concentrado proteico a base de insectos criados en Argentina sobre subproductos agroindustriales trazables y de origen vegetal.
Este producto surge como resultados de que las larvas están deshidratadas, desgrasadas y molidas. Un proceso totalmente natural que no requiere ningún solvente químico, y podría utilizarse en formulaciones de alimentos premium para mascotas, ya que sus proteínas son fácilmente digeribles y tiene propiedades hipoalergénicas, antioxidantes y antimicrobianas.
La empresa reutiliza los desperdicios de cáscara de papa para la generación de productos con alto valor proteico. Estamos trabajando en forma conjunta para que este tipo de propuestas sustentables se adapten a las normativas nacionales e internacionales”, explicó Manuel Baldovino, director del Centro Regional Buenos Aires Sur del Senasa en cuya jurisdicción se asienta la empresa.
Durante su reciente gira federal de trabajo por el “Plan GanAr”, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, recorrió esta primera biofábrica de insectos del país para interiorizarse sobre su funcionamiento.
También la presidenta del Senasa, Diana Guillén, estuvo hace pocos días en las instalaciones de la biofábrica conociendo de primera mano su funcionamiento y los beneficios del producto.
Controlamos la documentación y la sanidad de los bovinos que ingresaron para participar de la exposición Angus del Centeranio, que se desarrolla en la Rural de Palermo. Durante toda la muestra vamos a continuar con la inspección de los animales. pic.twitter.com/hNrYRpw5Ou
— Senasa Argentina (@SenasaAR) May 24, 2022