La Bolsa de Cereales de Córdoba publicó su primera estimación de siembra de trigo en esa provincia y determinó que se implantarían solo 1.024.300 hectáreas, lo que significa una caída del 17% en relación al año pasado.
De confirmarse, será además la peor superficie triguera en siete campañas en la provincia mediterránea, ya que hay que remontarse al ciclo 2015/16, con 967.000 hectáreas, para encontrar una cifra que esté por debajo.
La previsión de la entidad bursátil cordobesa va en línea con todas las que se han difundido hasta el momento: la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ya pronosticó una reducción del área nacional, lo mismo que la Bolsa de Comercio de Rosario y los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
CLIMA
De acuerdo con el informe, los motivos de esta caída en el área son variados, pero el más importante es el bajo contenido de humedad en el perfil.
“En Córdoba son habituales las pocas precipitaciones durante el invierno y el inicio de la primavera, por lo que los cultivos invernales dependen en gran medida del agua del suelo obtenida en las lluvias de fines de verano y otoño. En el caso de esta campaña, el aporte pluviométrico del último trimestre fue menor al promedio histórico para todos los departamentos de la provincia”, señaló la Bolsa.
[Cultivos]📍Córdoba
Primera intención de siembra de cultivos invernales 2022/23 de trigo🌾 y garbanzo🌿
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— Bolsa de Cereales de Córdoba (@BCCBA) May 6, 2022
A esto se suma que los pronósticos de largo plazo muestran altas probabilidades de continuidad de La Niña, lo que significa que la primavera también tendría pocas lluvias.
COSTOS
En segundo lugar, la Bolsa cordobesa sostiene que la siembra se muestra condicionada por el incremento en el precio de los fertilizantes, principalmente la urea, cuyo valor prácticamente se duplicó respecto al año pasado, debido a las condiciones geopolíticas en el este de Europa, ya que Rusia es uno de los principales productores de petróleo y fertilizantes del mundo.
No obstante, vale recordar que el precio del cereal también experimentó fuertes incrementos, con un valor a cosecha en el mercado local para la nueva campaña por encima de los U$S 320 por tonelada, lo cual implica un crecimiento del 36 respecto al ciclo 2021/22.
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Pero, “si bien el resultado económico sería menor a la campaña anterior, se mantiene en terreno positivo considerando rendimientos promedios para las distintas zonas productoras de la provincia”, destacó la entidad.
Por otra parte, dijo que “en menor proporción se nombraron otras causas, como la incertidumbre política, las dificultades para obtener financiación y las rotaciones planificadas”.
GARBANZO
En la misma línea, el garbanzo, un cultivo que en la última década pegó un fuerte salto en Córdoba, va camino a sufrir una nueva caída de superficie.
El área planificada alcanza a apenas 14.800 hectáreas, una caída interanual de 4%, pero una merma del 62% si se compara esta cifra con el promedio histórico 2010/2021.
“Al igual que en el caso del trigo, la principal variable que condiciona la siembra del garbanzo es la humedad inicial del suelo, seguido por la rentabilidad esperada y por el pronóstico climático”, indicó la Bolsa.
Y completó: “Gracias a su capacidad de fijación de nitrógeno atmosférico, el garbanzo tiene menor requerimiento de fertilización que los cereales de invierno. Aun así, el aumento en el costo de insumos disminuye la rentabilidad estimada, lo que trae en consecuencia un menor interés en la siembra”.