Una toma de ganancias, luego de las fuertes subas del lunes, llevó a que los precios del maíz y del trigo retrocedieran en el mercado de Chicago, mientras que la soja pudo escapar a las bajas y cerrar con un leve incremento.
En rigor, la suba de la oleaginosa fue marginal: 65 centavos de dólar, para posicionarse en U$S 630,71 en el contrato a mayo.
El maíz, en tanto, bajó U$S 3,64 hasta U$S 316,52; y el trigo perdió U$S 7,90 y quedó en U$S 403,81.
Soja
La jornada estuvo marcada por constantes altibajos, por factores que influyeron tanto a la suba como al retroceso de los precios.
A favor, por ejemplo, el inicio de la siembra de soja estadounidense con una ligera demora por los acumulados de nieve y por las bajas temperaturas que mantienen a los agricultores lejos de los campos. Pero a la vez, el atraso en la siembra de maíz podría derivar más tierras hacia la soja e incrementar la oferta, lo que actúa como un aspecto bajista.
Tampoco colaboró con el valor de la oleaginosa el descenso del valor del petróleo, pero sí el rumor de nuevas compras chinas.
“Los fondos, en tanto, estuvieron más ocupados en retirar ganancias del mercado de cereales”, indicó la consultora Granar.
Maíz
La clave del descenso fue la toma de ganancias de los inversores, ya que no hubo en el mercado un cambio de fundamentos.
“La siembra estadounidense sigue demorada por las bajas temperaturas en las zonas agrícolas, mientras que la guerra en Ucrania se prolonga, acentuando los interrogantes sobre la oferta 2022/2023, y las previsiones meteorológicas para las próximas semanas sobre el centro y el noroeste de Brasil auguran tiempo seco, con las lluvias limitadas al sur del país, datos éstos que pondrán presión sobre las perspectivas de la segunda cosecha”, remarcó Granar.
Trigo
Al igual que en el maíz, las bajas estuvieron relacionadas con una toma de ganancias de los inversores tras las subas del lunes y luego del saldo positivo acumulado por el cereal durante la semana anterior.
Sin embargo, también similar a la situación del maíz, los fundamentos que dieron sustento a las subas recientes siguen latentes. “Entre ellos, el mal estado de los trigos de invierno en Estados Unidos, agobiados por la falta de humedad en cerca del 70% de la superficie destinada al cereal, sobre todo en el centro-oeste de Kansas, que recibirían muy pocas lluvias en los próximos días”, citó Granar.
Y completó: “Además, la continuidad de los combates en Ucrania y el persistente aumento del arancel flotante que condiciona las ventas de Rusia se mantienen como datos con influencia alcista sobre los precios del trigo. Hoy el mercado sigue sin saber a ciencia cierta cuál será la oferta ucraniana de trigo en 2022/2023 y cuán libres serán las exportaciones rusas”.
