Un panorama dispar arrojó el cierre de este jueves en el mercado de Chicago, donde la soja subió con fuerza para posicionarse otra vez por encima de los U$S 600, el maíz se mantuvo prácticamente sin cambios y el trigo volvió a sufrir pérdidas.
En el caso de la soja, ascendió U$S 9,56 hasta alcanzar U$S 604,62 en el contrato más cercano, en una tendencia apuntalada por la mejora del aceite (el contrato mayo sumó U$S 26,24 y quedó con un ajuste de US$ 1.609,78), por los rumores de nuevas compras chinas en la zona del Golfo y por la chance de que en su informe mensual de este viernes, el USDA ajuste su previsión sobre las existencias finales.
Asimismo, según la consultora Granar, influyó que la Comisión Nacional de Abastecimiento de Brasil (CONAB) redujera su previsión sobre las exportaciones brasileñas de poroto de soja, en su reporte mensual, de 80,16 millones de toneladas a 77 millones.
Maíz
En tanto, los precios del maíz cerraron con ligeras subas en Chicago, luego de operar buena parte de la jornada con leves bajas.
En concreto, sumaron solo U$S 0,46, para ubicarse en U$S 298,31 en la posición mayo. “La chance de que el USDA reduzca su previsión sobre las existencias finales estadounidenses fue uno de los factores que posibilitaron la mejora, dado que marcarían un punto de partida bajo de cara a una nueva campaña en la que se espera una caída de la superficie cubierta con el cereal de 37,78 a 36,22 millones de hectáreas”, mencionó Granar.
Del otro lado, entre los factores que presionaron a la baja, están las perspectivas favorables para la segunda cosecha de Brasil. En este caso, por ejemplo, la CONAB proyectó este jueves una producción de 115,6 millones de toneladas, por encima de las 112,34 millones del mes anterior y de los 114 millones estimados por el USDA en marzo.
Trigo
Por último, el trigo sufrió una nueva caída, de U$S 6,70 la tonelada, hasta U$S 374,79.
“La rueda estuvo cruzada por fuerzas contrapuestas, por el lado bajista, ventas que siguen fluyendo desde Rusia pese a la continuidad de la guerra y a las múltiples sanciones que pesan sobre ese país, y por el lado alcista, las malas condiciones de los trigos de invierno estadounidenses, que implican un interrogante sobre la suerte de la cosecha que debe comenzar a fines de mayo y que representa más del 70% del volumen total de trigo estadounidense”, indicó Granar.