En el “análisis de la semana” que publica el Rosario Ganadero (Rosgan), el mercado de hacienda de la Bolsa de Comercio de Rosario, trazó los primeros análisis y el resultado del paso que la gran seca y la ola de calor hicieron sobre la ganadería argentina.
El mapa ganadero actual, que analizó la experta en el mercado ganadero María Julia Aiassa, ha pasado de una sequía uniforme en todo el territorio a mostrar excesos hídricos en una amplia zona del oeste invernador, así como en sectores del centro de Entre Ríos.
Mientras tanto, la falta de lluvias significativas sigue golpeando a gran parte del NEA, que apenas ha recibido incipientes lluvias hacia fines de la semana pasada. Todas zonas ganaderas, muy afectadas.
A pesar del cambio, dice Aiassa, el daño sobre las ganaderías está hecho y se verá reflejado en los meses venideros, tanto en el mediano como en el largo plazo.
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Haciendo números, agrega la analista, por cada punto que se pierda en la preñez este ciclo, sobre el actual stock de vacas, implica unos 230.000 terneros menos. En concreto, “el saldo que dejen estos servicios y pariciones 2022, recién se verá plasmado en una menor oferta de ganado en el 2023, pero la caída sin lugar a dudas es inevitable“.
De acuerdo a lo que analiza Aiassa, como sucede en todas las secas, muy probablemente se verá un mayor volumen de oferta; más invernada liviana y más vaca flaca saliendo de los campos. En el caso de la vaca, este año, encuentra un mercado de exportación liberado y ávido por hacerse de esta
mercadería.
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Invernada
A partir de la seca, distinta es la suerte que corre la invernada, respecto al negocio de la vaca a China.
Es probable que, a partir de febrero y marzo, las zonas más afectadas -especialmente aquellas que necesitan imperiosamente aliviar a las vacas en lactancia- comiencen a desprenderse anticipadamente de los terneros.
Sucede, por su parte, que el feedlot, tiene por delante nuevamente un año muy adverso en materia de costos de alimentación. Cabe considerar que, de acuerdo a datos de la misma Bolsa rosarina, este cico la producción ya se resintió en 8 millones de toneladas de perdida (de 56 millones de toneladas estimadas a 48 millones).
Hoy el feedlot, si bien ha logrado reponer más hacienda durante diciembre y durante enero siguió trabajando con buenos índices de ocupación, los números continúan siendo negativos. A los valores actuales, dice el informe, el precio del gordo debería corregir entre un 8% y un 10% para nivelar los
números.
Una hectárea de suelo ganadero no es apta para hacer cultivos (soja, trigo, maíz, etc). La mayor parte de la ganadería de carne del mundo se hace sobre suelos ganaderos, y una porción menor se hace sobre suelos de mejor aptitud.https://t.co/hSL54G0kbe pic.twitter.com/xZD7aZceie
— José Jáuregui 🐄🍀 (@josephmjauregui) January 31, 2022
En definitiva, los efectos de esta sequía muy probablemente se vean relativizados en el corto plazo
dada la mayor oferta que suele generarse ante la necesidad de salida de la hacienda de los campos.
Para lo que vienen, expresa el trabajo, se verá una oferta anticipada de terneros livianos que permitiría abastecer rápidamente el mercado interno pero que luego, inevitablemente, generará un bache de oferta más adelante.
A su vez, el impacto productivo que esto generará sobre las pariciones 2022, recién se verá plasmado en la oferta de ganado del próximo ciclo.
En concreto, el año 2022 muy probablemente termine dejando como saldo un menor volumen de producción de carne por animal en stock debido a la salida de invernadas más livianas y a la dificultad para terminar debidamente esos animales, mientras que el 2023, la limitante vendrá dada directamente por una menor disponibilidad de hacienda para engorde.
En conclusión, la combinación de ambos factores ya nos está anticipando un escenario de oferta restringida para, al menos, los próximos dos ciclos.