El mercado ganadero de Rosario (Rosgan) realizó su primer remate del año esta semana, con una subasta que alcanzó a 12.500 cabezas de cría e invernada.
“Con un gran volumen, que podría haber complicado los precios y traído importantes bajas por la gran oferta, lo cierto es que los valores logrados fueron satisfactorios para la cadena”, sintetizó el Rosgan.
El director ejecutivo, Raúl Milano, amplió: “La gran oferta no produjo importantes quebrantos de precios, sino caídas relativas en algunas categorías”.
Variables
Milano repasó que “enero 2022 para la ganadería no solo significa un cambio de año sino que todas las miradas están puestas en cómo se van a equilibrar las variables del sistema ganadero”.
En ese sentido, recordó que “la cadena está funcionando con grandes componentes que la afectan: por un lado, el clima expresado en una seca muy pronunciada que afectó fuertemente a los campos y acelera la salida de animales; y por el otro, la macroeconomía que sigue haciendo tremendos ruidos en relación a la deuda y negociación con el FMI”.
“Pero también hay una manifiesta inestabilidad resultado de déficit permanente y emisión monetaria descontrolada. La sensación de cualquier productor es que la toma de decisión está muy atada a estas componentes y no solamente a una relación de oferta y demanda”, añadió Milano.
Precios
En cuanto específicamente al negocio ganadero, el ejecutivo del Rosgan subrayó que hay tres evaluaciones que pueden realizarse en función del contexto que enmarcó a esta subasta:
- “Se siente muy fuerte el peso de la sequía que obliga a adelantar lotes que estaban destinados para la zafra, poniendo presión en el mercado con una oferta abundante”.
- “A pesar de esta oferta, los precios de las diferentes categorías solo tuvieron un quebranto del 6%, mucho menor a lo que algunos analistas ganaderos preveían”.
- “A pesar de quedar bastantes lotes sin vender o retirados de la oferta, se registró el precio de indiferencia al cual el productor no está dispuesto a vender”.
Valores
El resultado es que las categorías que bajaron el 6% son las vinculadas al corazón de la invernada, terneros y terneras como así también lotes mixtos, pero esa caída se redujo en los novillos de 1 a 2 años a tan sólo el 2,5%.
Esto muestra que, en los animales más pesados, los compradores están presentes ante el menor tiempo de terminación para su destino a faena.
Asimismo, las vacas de invernada solamente tuvieron una reducción del 1,8% y en este caso también se notó la presencia de los frigoríficos donde China sigue siendo un eslabón fundamental.
Los promedios para cada categoría fueron:
- Terneros: $ 309,57
- Novillos de 1 a 2 años: $ 260,62
- Novillos de 2 a 3 años: $ 242,02
- Novillos de más de 3 años: $ 225,01
- Terneros y terneras: $ 300,93
- Terneras: $ 280,25
- Vaquillonas de 1 a 2 años: $ 238,45
- Terneros Holando: $ 223,60
- Novillos Holando: $ 182,57
- Vacas de invernada: $ 161,19
- Vacas con garantía de preñez: $ 76.509.93
- Vacas con cría al pie: $ 48.393,33 lo que pisa.
Expectativas
En cuanto a los lotes que quedaron sin comercializar, la interpretación de Milano fue que “muestra lo que pensó el productor, que imaginaba los valores de diciembre y tenía aspiraciones de mantener los precios cosa que el mercado no podía corroborarlo, y además muchos productores tenían un valor de indiferencia, y prefirieron quedarse con la hacienda y engordarla ellos mismos apostando a un repunte de los valores del consumo”.
En síntesis, consideró Milano, fue “un buen remate de principio de año que nos permite sacar muchas conclusiones: la caída de precios no fue tan importante a pesar de la abundante oferta, y los productores siguen apostando a la ganadería como una reserva de valor, esperando que cesen las intervenciones que distorsionan los mercados y apostando a un mundo que demanda cada vez más carnes rojas”.