El 2022 comenzó para los mercados agrícolas con una alta volatilidad. Cuestiones climáticas para los granos gruesos de Sudamérica, conflictos geopolíticos para el maíz y el trigo, informe del USDA, inflación del 7% anual en Estados Unidos que presionan a la Reserva Federal, operadores que buscan cubrirse en el mercado agrícola de las operaciones financieras, y mucho más.
Este panorama básicamente está generando que los mercados se vean como una obra de arte de Joan Miró en rojo y verde. Lo que se gana un día se pierde al siguiente y viceversa.
En particular, esta semana resultó negativa para los commodities agrícolas en Chicago, aunque el maíz cerró el día con subas.
Yendo a los números, la soja cerró el día con una caída superior a los dos dólares, que llevó a los contratos de marzo a un precio de 503 u$s/tn, perdiendo 2,8% su valor respecto del cierre del viernes de la semana pasada.
Para el caso del maíz, el día dejó subas superiores a los 3 dólares, pero la semana fue negativa. Los futuros de marzo fijaron un precio de 234 u$s/tn, cayendo 1,7% en relación al viernes anterior.
Por último, el trigo, quizás el más predecible de los tres granos, cerró por tercer jornada consecutiva en baja. Hoy perdió casi 2 dólares en Chicago, lo cual llevó a los precios de marzo a cerrar el día con un valor de 272 u$s/tn, perdiendo 2,2% semanal.
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