Muchos productores y asesores técnicos están redefiniendo el destino de su maíz que. Inicialmente, estos cultivos iban con destino a la comercialización de grano, pero el impacto de la seca lo destinó a la confección de reservas forrajes. Buscan salvar algo de lo que se perdió por la sequía. Otro productores, los ganaderos, al ver que su cereal para silo también se está perdiendo, definen adelantar el picado.
Sin embargo, picar maíz afectado por la sequía también tiene sus secretos. Un asesor experto en la confección de reservas forrajes brinda una serie de pautas básicas para la corte/picado de estos cultivos dañados, y prácticamente perdidos, por la falta de humedad durante más de un mes.
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Iván Agretti (Foto) es asesor técnico de “Favaro Silajes”, una empresa de servicios de picado con base en Hersilia, Santa Fe, pero que también trabaja en la zona de Santiago del Estero y Tucumán. La firma hace forraje en 8.000 a 10.000 hectáreas por año.
Agretti se lamenta por las situación actual del maíz. “La planta se está quemando”. Al respecto, hace la aclaración. “El cultivo, por lo general, se seca de abajo para arriba, Pero, ahora, se deshidrata de arriba hacia abajo por falta de humedad del suelo, baja humedad relativa y altas temperaturas”.
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Los equipos de Favaro Silajes arrancaron la campaña de picado el 19 de diciembre. Por ello, tienen un completo seguimiento de cómo se está secando, afectados por la falta de humedad, los lotes de maíz.
Empezaron picando maizales con espiga, luego avanzaron sobre maizales con espigas sin granos y, actualmente, cultivos que ni alcanzaron a formar espiga y las hojas de la caña totalmente quemadas.
Recomendaciones
Agretti, conocedor de estas circunstancias adversas secas para picar, brinda una serie de consejos para avanzar sobre los lotes.
Primero y clave, para él, es tener bien calibradas las máquinas y ajustada la logística.
Por otra parte, agrega: “Priorizaría para picar a los maíces más granados y luego seguir por los que se encuentran en flor. Los más granados tienden a perder humedad de adentro hacia afuera y más rápido”, explica.
Frente a las sofocantes temperaturas y por la calidad del agua, sostiene que también se debe evaluar y controlar las inoculaciones.
Otro de los factores clave es controlar el tamaño del picado. “Tenemos la planta seca pero se hace agua en la embolsadora. Para eso es bueno corregir los horarios de picado, demorar el momento del inicio”.
Agretti indica también que puede ser innecesario utilizar los procesadores de granos, si no hay espiga formada y, de esa forma, ir por picado grande. “Se está trabajando mucho con los cortes directo porque hay muchos maíces quebrados o que se enmalezaron”, describe.
Finalmente, enfatiza en “andar despacio y cortar bien el cultivo”. Por ello, a los maizales que están bien granados, picarlos a 6 o 7 milímetros de tamaño de fibra. “Se debe regular presión en los rodillos de alimentación para picar más homogéneo frente a una planta desuniforme”, advierte.
Maquinaria
Los Favaro cuentan con una Claas JAGUAR 930 y cuatro 960. Una de ellas de la Serie 502, la última generación de picadoras. En lo que hace a cabezales, las equipan con RU 450 y ORBIS 750, uno de ellos es el nuevo ORBIS.
“El nuevo ORBIS funciona muy bien en estas condiciones difíciles. Tiene una capacidad de regular vueltas en los platos entonces se trabaja bien”, dice Agretti.
En lo que hace al manejo de la logística, Agretti sigue la eficiencia de cada picadora durante toda la campaña a partir de los indicadores que ofrece el sistema “Telemactics”. “Mido todo y voy sacando mis conclusiones por máquina y por año”.