En el especial ganadero semanal que hace María Julia Aiassa, analista del Rosgan, se pone de manifiesto una tendencia que se podía llegar a entrever, y es que el mercado internacional de la carne vacuna tenderá a estabilizarse en el 2022, con la base que deja el final del 2021.
En detalle, la especialista destaca que “el 2021 fue un año donde la producción mundial de carne vacuna resultó en un cierto estancamiento o al menos no acompañó la expansión registrada en el comercio mundial”.
El crecimiento de Estados Unidos, India e incluso China, se encontró con la disminución de la producción en Brasil y Australia y la Argentina de las restricciones a las exportaciones.
“En este contexto, y ante una demanda creciente dada la recuperación del sector de foodservice a medida que comenzaron a relajarse las restricciones de la mano de la vacunación, y a su vez, impulsada por la asistencia económica otorgada por los gobiernos para sostener el consumo de los hogares, los valores de la carne a nivel internacional marcaron niveles récord”, señala Aiassa.
De acuerdo al Índice de Precios elaborado por la FAO para la carne vacuna, en lo que va del año (enero/noviembre) los precios de la carne vacuna se sitúan en un promedio de 117 puntos, un 23% superior al promedio de los últimos 10 años (95 puntos).
Si bien el escenario internacional es complejo, dado que además de la oferta y la demanda de carne hay que revisar los costos logísticos comerciales, que también treparon a sus máximos históricos, la analista explica que “el 2022 debería ser un año relativamente estabilizado, en el que el balance mundial tiende a encontrar un nuevo equilibrio, sin grandes subas en materia de precios como se vieron este año, pero con un mercado que continúa firme y muy demandado”.
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