UPL Argentina presentó su modelo de innovación abierta para co-crear soluciones económica, ambiental y socialmente responsables, Bloom Al, el proyecto que pretende aprender y colaborar con la red para tener negocios más sanos, al servicio de las personas y poniendo en valor el trabajo de los productores. La iniciativa fue presentada en la reciente convención anual de distribuidores.
Laura Lukasik, directora de Innovación y Transformación Digital, lideró un panel del que participaron dos de los protagonistas del proyecto: Ana Wegman, responsable de Innovación y Desarrollo de Lartirigoyen, y Eduardo Casado, gerente de Agroinsumos de AGD.
“La digitalización tiene que ver con cómo usamos nuestros datos para ser más eficientes”, explicó Wegman. En su opinión, el ecosistema tecnológico tiene cinco componentes: la Internet de las Cosas, los sensores que hacen que los datos se capturen, el Big Data, el gran volumen de datos recabado, la nube que los almacena, la Inteligencia Artificial que los interpreta y la conectividad que permite que accedamos a ellos.
Para Casado, “la digitalización consiste en capturar huellas”. ¿De quién? “De nosotros mismos, de nuestros clientes, de los cultivos. Hay tecnologías que nos permiten tomar esas huellas para procesarlas con Inteligencia Artificial. El desafío es romper nuestras estructuras mentales para ver adónde generamos huellas y de dónde las obtenemos fácilmente. Hay huellas que nos permiten tomar mejores decisiones y otras mejorar los procesos”, explicó el representante de AGD, una de las compañías que ya se sumaron a la propuesta de UPL.
Para todos, la digitalización ya llegó. “Pero no sabemos cómo va a seguir. Sabemos que viene un desorden y no podemos gastar energías en ordenarlo. Tenemos que asumirlo para avanzar”, aclaró Casado.
¿El dato mata al relato? Interpeló Lukasik a los integrantes del panel. La respuesta no se hizo esperar. “En Lartirigoyen, uno de nuestros pilares es el servicio a los clientes. Por eso el concepto de “ganar, ganar, ganar” nos resulta muy valioso porque impulsa la creación de un ecosistema donde todos ganamos. Detrás de este nuevo paradigma está la democratización de la información que implica un cambio cultural. Pero cuando empezás a usar las plataformas te das cuenta que vuelven más transparentes los vínculos. Y ahí es donde el dato mata al relato”, analizó Wegman.
“En AGD, compartir datos siempre fue una restricción que debimos sortear. Vino UPL, nos pateó el tablero y nos obligó a pensar distinto. No tenemos más que agradecimiento. En la empresa tenemos infinidad de huellas que vamos dejando por todos lados. Arrancamos por las más fáciles de obtener”, acotó Casado.
“Los procesos de innovación incomodan al principio pero los beneficios son mucho más grandes que la dificultad. La digitalización es un tren que ya arrancó. No es el futuro. Es hoy. Es algo que todas las compañías tienen que empezar a trabajar. Se aprende mucho. UPL lo entiende así y eso es muy bueno para todos. Especialmente en el vínculo con el cliente”, concluyó Wegman.
Los servicios ambientales
“Tenemos una oportunidad única de innovar, como nadie ha tenido en la historia”, apuntó Fernando García Llorente, miembro del equipo de Innovación y Transformación Digital de UPL junto a Ramiro Oviedo Bustos y Laura Lukasik. “Desde la agroindustria es claro que tenemos que transformar nuestra producción. El mundo necesita que vendamos servicios ambientales”, acotó durante la convención de clientes de la compañía.
Pero ¿qué tan lejos estamos de capturar carbono? “La posibilidad es concreta. Hay una serie de procesos que llevamos adelante como productores en los cuales podemos intervenir para mejorar la huella y también la captura: número de labores, manejo de fertilizantes, manejo integrado de plagas, ajustando los momentos de cosecha, a nosotros nos toca la cosecha en momentos de lluvia, por lo que el tránsito en los lotes con agua en el perfil facilita la compactación de poros del suelo, que es por donde tenemos la gran captura de carbono“, enumeró Oviedo Bustos.
Dentro de Bloom AI el objetivo es medir las potenciales capturas de carbono, hacer evaluaciones del índice de impacto ambiental y de huella hídrica que eventualmente permitan realizar una certificación de manejo sustentable. Para García Llorente, se trata de aprender haciendo: “A medida que vamos midiendo nos damos cuenta que hay muchas cosas que mejorar”. “Todo se basa en la colaboración, trabajamos en aspectos que trascienden al productor y al distribuidor. Es una iniciativa de bien común que responde a una visión trascendente, por lo que atrae a organizaciones privadas y públicas”, acotó Oviedo Bustos.
Para los especialistas, la red de distribución tiene un gran desafío al pensar el negocio sobre la base de la sustentabilidad. “Deberían pasar de ser vendedores de productos para convertirse en vendedores de soluciones sustentables. Es auspicioso que UPL los quiera tener tan en el centro del negocio, es una oportunidad”, expresó Oviedo Bustos.
Para García Llorente, los servicios ambientales son el corazón donde todos ganan. Es una buena noticia para el productor y para el distribuidor. “Piensen que enfrente tienen un productor de carbono. Hay mucho para capitalizar. Transaccionar con monedas de carbono está más cerca de lo que creemos”, vaticinó el especialista.