El negocio de exportación de carne vacuna a nivel mundial sumó un nuevo jugador de peso, como es el caso de Reino Unido. En los últimos días, los británicos cerraron con Australia un acuerdo de libre comercio, que entre otros ítems incluye el envío de cortes bovinos. Tras la salida de la Unión Europea, Inglaterra empezó a negociar tratados de libre comercio, para un amplio abanico de productos.
En el caso de carne, el acuerdo con Australia se firmó por los próximos 15 años y comenzará con despachos de 35.000 toneladas anuales, libres de arancel, para llegar a 2036 con un volumen de 175.000 toneladas. En un escenario de mayor demanda de proteína animal, esta apertura representa –en teoría- una gran oportunidad de negocios para los países productores de carne, como Argentina.
Al formar parte del bloque Mercosur, si Argentina buscara ingresar a un nuevo acuerdo de estas características, debería ser –en este caso puntual- a partir de una negociación regional entre Reino Unido y los países sudamericanos que integran esta alianza. En este punto, cabe recordar que está pendiente de aprobación el Tratado de Libre Comercio Mercosur- Unión Europea, que en el apartado de carne vacuna contempla un cupo anual de 100.000 toneladas, con 7,5% de arancel.
Fuentes vinculadas a las negociaciones estimaron que este acuerdo podría llegar a entrar en vigencia recién a finales de 2022. Aún quedan pendientes la revisión legal del Tratado de Libre Comercio y las traducciones, procesos que ralentizan unas negociaciones que son por demás complejas.
Este dato se conoce en medio de un nuevo escenario para la industria exportadora frigorífica argentina. Tras un mes de puertas cerradas para las ventas externas de carne, el Gobierno Nacional anunció la reapertura, pero con restricciones: la vaca a China se despachará a un 50% de la capacidad total, mientras que un listado de siete cortes, vinculados al consumo doméstico, dejarán de comercializarse al exterior hasta finales de año. En paralelo, los cupos no están alcanzados por esta medida y seguirán siendo exportados. Así, las Cuotas Hilton, 481, Kosher y Estados Unidos seguirán en carrera.
Según estimó el analista ganadero Víctor Tonelli, esta situación de mayor demanda de carne vacuna de calidad podría representar una oportunidad, que tanto nuestro país como Uruguay podrían explotar. En diálogo con Infocampo, el especialista explicó los alcances del nuevo acuerdo firmado entre británicos y australianos y sus diferencias con cupos emblemáticos, como el caso de la Cuota Hilton.
Los embarques de alta calidad con destino a Europa contemplan un volumen de 29.500 toneladas. Incluye ocho cortes, determinadas condiciones de producción para lo que se denomina “el biotipo Hilton” y paga un arancel de 20%. El analista explicó que este nuevo cupo, a diferencia del despachado a Europa, contempla todos los cortes y sobre todo, ingresa sin abonar arancel. “La mayor demanda es para restaurantes o bien para cortes que no alcanzan a producir”, señaló.
Este negocio, en su primer año, representará para Australia un ingreso de 250 a 300 millones de dólares, de acuerdo al tipo de cortes que envíen hacia Reino Unido. En este partido, juegan todos: desde la vaca hasta los productos de alta calidad. De mantenerse las proyecciones, cuando se alcance el volumen de 175.000 toneladas anuales exportadas, los australianos empezarán a generar divisas anuales por 1.500 millones de dólares.
Este acuerdo también incluye carne ovina, en un esquema progresivo y similar al que se aplicará a la carne vacuna. El puntapié inicial serán 25.000 toneladas, -libres de arancel- que en un plazo de 10 años crecerán a 75.000 toneladas y finalizará el plazo de 15 años con 125.000 toneladas.
La otra ventana de oportunidad para Argentina radica en la disputa comercial entre China y Australia. En el último año, los asiáticos cerraron la puerta a la carne de ese país. Tonelli señaló que durante 10 años, Australia desarrolló el mercado de cortes de alta calidad, y de las 2,5 millones de toneladas que importó China, cerca de 400.000 toneladas corresponden a productos premium.
De ese tonelaje, entre un 70% y 80% corresponde a Australia. “Argentina podría aprovechar ese hueco, porque por más eficientes que sean los australianos, su capacidad exportadora está al límite”, señaló el consultor. Los números apoyan esta idea: el rodeo bovino oscila entre las 23 y 25 millones de cabezas, la mitad del stock bovino nacional.
De esta manera, en el gigante asiático se abre una gran oportunidad, con unas 300.000 toneladas de cortes de alto valor que habrá que cubrir. Con Australia fuera de juego, en esta carrera también se anotarán Uruguay y sobre todo, Estados Unidos. Resta ver si Argentina podrá aprovechar esta ventana de oportunidad, con un panorama incierto en materia de exportaciones, al menos en el corto plazo.