Las lluvias recientes que recibió gran parte de la zona núcleo argentina cambian el escenario hídrico del trigo en Buenos Aires, Santa Fe, sur de Córdoba y Entre Ríos, y desde la Bolsa de Comercio de Rosario estiman que los rendimientos podrían ser superiores a los 4.000 kilos por hectárea.
Hace apenas unas semanas atrás la región necesitaba entre 40 y 60 milímetros de agua para tener la humedad adecuada en el suelo para poder implantar los trigos de esta campaña 2021/2022, y los últimos días de mayo cubrieron las exigencias.
Con reportes de 97 mm en Villegas, 112 mm en General Pinto, 69 mm en Chacabuco y 68 mm en Pergamino, entre otras zonas bonaerenses destacadas; 48,4 mm en Classon y 42 mm en Rosario por el lado de Santa Fe; y aportes menores para el sudeste de Córdoba que dejó entre 10 y 12 mm para Colonia Almada y Hernando; el trigo puede tener una campaña histórica.
La Guía Estratégica para el Agro señala que “por ahora, no cambian los planes de siembra previstos”, pero lo que si cambia es “el piso de los rindes”.
“Con estas lluvias se arranca con los perfiles llenos y ahora se está fertilizando apuntando a un potencial de 4500 a 5000 qq/ha”, afirman desde Teodelina y Marcos Juárez.