Esta semana mostró que las pizarras de mercado de Chicago, principal referencia mundial para materias primas agrícolas, podían mostrar valores para soja y maíz que no se veían desde hace 12 años. Algunos analistas ya se aventura a subrayar que estos precios reinstalan un “superciclo”.
Lo cierto es que a valores de 600 dólares la toneladas de soja y casi 300 dólares de maíz, casi se se duplica lo que cotizaban en la misma época del año pasado.
“El contexto global es de escasez por lo que los precios debieran mantenerse relativamente altos por un buen tiempo a los efectos de racionar la demanda y hasta tanto las buenas cosechas de los productores líderes (Estados Unidos, Brasil, Argentina) vayan haciéndose efectivas”, dice el Informe de Coyuntura del IERAL, Fundación Mediterránea.
En el último mes los precios de las materias primas agrícolas han subido un nuevo escalón, con una mejora de entre el 7% – 13% según productos y mercados.
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Según el análisis, “el nuevo escalón” en el que se han ubicado los precios internacionales se ha actualizado la estimación del monto de exportaciones de granos y principales derivados industriales del 2021: la nueva estimación asciende a 35.900 millones de dólares, con un crecimiento de 9.600 millones respecto al flujo del año previo (+36%).
Por otra parte, también crece el aporte en concepto de derechos de exportación asociados a estos productos por sobre la estimación previa: ahora, indica el trabajo, se estima que la contribución al tesoro nacional podría llegar a USD 8,6 mil millones, creciendo en 2.800 millones de dólares, respecto al 2020.
“En una situación estrecha en materia de existencias globales y con una demanda que sigue muy activa, particularmente de China, se sumaron dos factores que estarían explicando la última ronda de subas, uno que es potencialmente explosivo para el mercado”, advierte los expertos de la Fundación.
Se refieren a un arranque del ciclo 2021/2022 de Estados Unidos con faltante de agua y probabilidad de sequía en algunas zonas. El segundo de los factores se trata de una producción de la “zafrinha” de maíz en Brasil (primer exportador global del cereal) menor a la que se esperaba.
En el futuro inmediato agregan, es decir, los próximos tres o cuatro meses, y para tener una referencia, en el caso de la soja, un andarivel de precios de exportación entre USD 550-600 / tonelada de soja luce bastante probable.
Si bien la macroeconomía global se mantiene favorable para sostener estos precios, con crecimiento en los grandes bloques y fluidez comercial, existe cierto temor a una posible aceleración de la inflación, que a su vez derive en políticas de “enfriamiento”, con efecto contractivo sobre precios de activos y materias primas.