En febrero, la Bolsa de Comercio de Rosario había estimado que la producción nacional de soja alcanzaría los 49 millones de toneladas, sin embargo, la última quincena de ese mes y los primeros diez días de marzo dejaron un saldo de precipitaciones más de deprimente, por lo cual la nueva proyección es de 45 millones de toneladas (caída del 9,2%).
Según la entidad, “con suelos que se han quedado sin reservas para la soja de segunda, es éste el cultivo más afectado, y se estima que por la falta de agua se perderán 850.000 hectáreas, que en gran parte, se trata de cuadros de sojas de segunda”.
Se calcula que a partir del crecimiento del área trabajada con trigo a nivel nacional, casi 5,3 millones de hectáreas se cultivaron con soja de segunda, es decir un 31% del total de los planteos sojeros del país.
Por eso, la caída de rindes se hace sentir sobre los promedios, sobre todo en la franja este de Argentina ya que en buena parte de la región pampeana se estima que los rindes en soja de segunda podrían testear el rango de 1.500 a 2.500 kg/ha.
Con este nuevo panorama, el rinde medio nacional sería de aproximadamente 2.750 kg/ha, 170 kilos menos que en el informe anterior de la Bolsa, razón por la cual la producción de soja se estima en 45 millones de toneladas.
Santa Fe, Buenos Aires, La Pampa y Entre Ríos serían en ese orden las zonas más afectadas por la sequía, pero cabe destacar que la incidencia de la provincia bonaerense es más grande dado que se sembró más soja, razón por la cual se le descontaría 2,5 millones de toneladas de su producción estimada, que ahora sería de 12,45 millones de toneladas.