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“Blockchain” argentino: los inicios y las historias de los ganaderos pioneros que ya trazan sus rodeos de forma ampliada

Un feedlotero, también un criador y un cabañero apostaron a certificar sus animales en "Carnes Validadas", que se activó en mayo 2020. Sus historias.

Carnes Validadas
infocampo

Los consumidores demandan, cada vez más, conocimiento, certezas y seguridades respecto a los alimentos que llevan a su mesa. Quieren tener el poder de elegir mejor, a partir de la información provista por una cadena de valor. Y, en este sentido, la carne está en el centro de la escena.

Por ello, la entrada en vigencia del “blockchain”, pero utilizado para trazabilidad animal, prendió rápidamente dentro de este agronegocio, en primera instancia y por sobre la agricultura.

Diego Heinrich Nicolás Ballestrini

Con o sin “blockchain”, igualmente, hay ganaderos argentinos que ya habían definido ser muy organizados en todos sus registros y gestión del rodeo, en muchos casos por exigencias de la exportación. Igualmente, llevaban una “trazabilidad informal”, puertas adentro de todo los animales.

En este sentido, conocen que manejan una información valiosa, pero que todavía no pueden valorarla.
Sin embargo, todo empezó a cambiar.

Diego Heinrich es el CEO y co-fundador, junto con Nicolás Balestrini, de “Carnes Validadas”, plataforma argentina sobre “blockchain”. Ambos tienen mucho pasado ganadero, pero más presente y proyección.

Heinrich (Foto, de pie) es productor y asesor ganadero, mientras que Balestrini (Foto, sentado) gerencia el Instituto Rosenbusch. 

“Con ‘Carnes Validadas’ creamos una plataforma de trazabilidad ampliada para la producción ganadera. Es ampliada porque, no solo está el registro general de un rodeo, sino que se puede documentar y validar la historia individual de cada animal. Saber puntualmente, dónde se crío, el establecimiento, cuáles fueron sus cuidados sanitarios, quién lo trasladó, cómo evolucionó durante toda la crianza, se pueden cargar fotos, videos, certificados y una cantidad de información que es mucho más que la trazabilidad per se”, le dice Heinrich a Infocampo, respecto al armado de este “rompecabezas” que es la historia productiva de un animal.

En su génesis, la plataforma comenzó a tomar forma a principios de 2019. En ese momento invitaron a participar a 24 socios. Fueron los “inversores ángel, que eran amigos y conocidos, y que son también actores de la cadena de la carne”, manifiesta el directivo de la marca.

Para Heinrich y Balestrini, los inversores, además de brindarles un envión de inicio para el desarrollo de la plataforma, también eran socios estratégicos ya que todos están vinculados con el día a día de la cadena cárnica.

Transcurrió un año y medio y, en mayo, se hizo la apertura controlada de la herramienta con los “early adopters” (adoptantes tempranos), que fueron unos 40 establecimientos.

Ellos también colaboraron, con su devolución, al funcionamiento y los ajustes necesarios del aplicativo.

Ganadería Hacienda Novillos

Desde el 21 de septiembre, la plataforma tendrá acceso libre, por seis meses, a todos sus planes, incluido el “full”, subraya Heinrich. 

“A partir del desarrollo de Carnes Validadas nos encontramos con productores que ya venían trabajando en su diferenciación desde hace mucho tiempo. Estaban aquellos que tenían marcas establecidas de su ganado, por ejemplo, o bien, cabañas que se orientaban a diferenciarse por marca u otros atributos”, explica.

En la práctica, Heinrich detalla que la trazabilidad del animal quedará visibile mediante un código QR, su identidad digital, para conocer todos los eventos y manejos que tuvo el animal.

“En los últimos meses, ya estuvimos trabajando con dos comercializadoras para llevar carne a Europa. Con esta iniciativa, los europeos ven la gran oportunidad para poder acceder a más información de una de las mejores proteínas cárnicas del mundo”, se sincera el directivo.

Hay otro problema que plantea resolver Carnes Validadas a través de plataforma. Se trata de que la mayoría de los sistemas financieros de latinoamérica no reconocen las cabezas de ganado como activos patrimoniales. Según sus datos, menos del 4% de los ganaderos latinoamericanos utilizan crédito formal o informal o seguros con respaldo de sus cabezas de ganado.

“Este número es muy bajo y nuestra propuesta es ser la herramienta a través de la cual los agentes financieros y de seguros reconozcan el valor de las cabezas de ganado, promoviendo así la inclusión financiera de pequeños y medianos productores”, subraya el CEO.

 

LAS HISTORIAS 

EL PRIMER “TOKEN” VACA

Para Miguel Ángel Álvarez (Ver foto) y su esposa contar con la trazabilidad que le ofrece una plataforma de “blockchain” fue la pincelada final para el manejo ambiental y sustentable que ya aplicaba en su sistema de producción de carne en la provincia de Buenos Aires.

Álvarez  fue el primer usuario con un token vaca (código QR) y su esposa la primera mujer, quienes certificaron la totalidad de las cabezas de un feedlot, de recría y terminación, por el que pasan 300 animales por ciclo.

Productor Miguel Angel Alvarez

“Cuando supimos de este proyecto entendimos que no bastaba con producir carne de manera sustentable, sino que debíamos comunicarlo y validarlo, para que el consumidor tenga esa información tan importante en el momento de decidir su compra. Este tema lo veníamos analizando hace tiempo”, recuerda el productor.

Para ellos, cerrar este círculo es una apuesta al mediano plazo.  

“En mi opinión, en Argentina poco importa todavía el origen, la crianza, las buenas prácticas ganadera y ambientales que se tienen en cuenta en la producción de este alimento. Sí, por otra parte, interesan cuestiones como la terneza, el gusto, en algunos casos el marmoreo y también el precio. Nuestra validación, en definitiva, será de interés para cuando el mercado comience a pagar un sobre precio por la trazabilidad y certificación“, anticipa el productor. 

Álvarez reflexiona, y se lamenta al mismo tiempo, que los clientes que habitualmente los proveen de terneros todavía no están certificados.

“Considero que, con el tiempo, cuando les pueda pagar más por sus terneros, porque a mí me pagan más por el gordo trazado, seguramente, se irán sumando al “blockchain”. De todas forma, pienso que el productor va a reaccionar mucho más rápido que la industria. Los industriales de la cadena no ven todavía el negocio de trazar o certificar la producción de carne”, admite. 

 
EL CABAÑERO
 

Mariano de Bary (Ver Foto) es directivo de la empresa santafesina “Teodelina SA.”, en el sur de Santa Fe, con campos en la localidades de María Teresa y Santa Emilia. 

Él comenzó con la validación de 27 toros de su cabaña “14 de Abril”, los cuales salieron a remate este año. 

“Para nosotros, la posibilidad de trazar en Carnes Validadas fue continuar con la gestión que nos exige SENASA, que significó, este año, continuar con la gestión informativa de los toros puros controlados y puros de pedigree. En definitiva, la idea es que toda nuestra hacienda pasé a integrar la plataforma”, anuncia el cabañero.

Productor Mariano de Bary

De Bary alienta a que todo el sistema debe acostumbrarse al “blockchain”.

“Si este proceso que iniciamos los productores, también se puede lograr dentro de la industria, el consumidor podrá conocer al productor, la localización y cómo fue tratado ese animal y, hasta el día de mañana, se puede conocer la huella de carbono de cada corte”, proyecta el productor.

Asimismo, reconoce que este paso que él dio hacia adelante en la certificación de sus toros “es una parte del futuro que ya está instalado” y, en este sentido, “es importante que en Argentina se inicie un modelo de trazabilidad indivual de todo el rodeo, de manera similar a que lo hace Uruguay”.

Según cuenta de Bary, desde el año 2006, “14 de Abril” lleva un registro interno, con estadística individual por animal, que va desde la genética, la cría, la recría, el engorde y, dentro de esta última categoría, el destino (Cuota Hilton; consumo; exportación a China; venta de vaquillona para entorar, preñada, para carne).

Para de Bary, “Carnes Validadas” es clave porque cada dato tiene un valor único ya que “no se puede volver para atrás, no es vulnerable y, entonces, no tiene detallar un dato falso”. 

INTERÉS POR LA TECNOLOGÍA
 

Horacio Irisarri (Ver video) es licenciado en administración de empresas de profesión y forma, junto a otros cuatro hermanos, una sociedad de productores agrícolas-ganaderos en Córdoba. Volvió al campo hace quince años para, por entonces, tenderle una mano a su padre. “Mi padre era muy ganadero y, muy a su pesar, en 2005 decidió sembrar soja porque más rentable”, recuerda. 

La empresa sigue siendo mixta y, en el manejo ganadero, hacen un ciclo completo en el cual los terneros recriados que extraen de un campo cerca del límite con la provincia de San Luis, se recrían y terminan en otro establecimiento que está a veinte kilómetros de Huinca Renancó. Además, están en la incipiente formación de una cabaña Limangus.

“Para nosotros, la trazabilidad no es algo nuevo ya que la debemos respetar a partir de la demanda normativa que nos pide Senasa para poder exportar. Al certificar por medio de trazabilidad ampliada nuestros primeros 65 terneros aspiramos a que toda la información que reunimos durante la cría, la recría y terminación de los animales llegue al consumidor exigente”, admite. 

A lo que agrega que también fue interesante entender que la tecnología blockchain pueda aplicarse a la cadena de producción de carne bovina y la posibilidad futura de que haya mercados que permitan o restrinjan el ingreso de la carne a partir que exista o no la trazabilidiad. 

De esta forma, toda la información relevante sobre esas 65 cabezas, el productor la irá reflejando sobre la plataforma disponible para el siguiente eslabón de la cadena. Su intención, luego del engorde, será con destino a exportación.

 
 

“Ese exportador o frigorífico puede comprar esa información extra que yo tengo sobre esos 65 animales y, a su vez, puede agregar más información como, por ejemplo, área ojo de bife de cada uno de esos individuos. Todas esas etapas se irán cargando a la identificación digital de cada animal o res -código QR- para que el consumidor que lo compra en un supermercado lo pueda escanear en la góndola. Ese comprador tendrá acceso a datos desde el alta del animal en la plataforma”, explica el productor.

Irisarri manifiesta que este es un gran desafío para su empresa ya que representa el comienzo de algo nuevo. “Mi idea a futuro es agregar más animales, teniendo en cuenta que esta información tenga un valor económico”, sostiene el productor.

Algo ya empezó a cambiar en la cadena de carne argentina a partir de la señales que manda el mundo. El “radar” de la innovación y la vanguardia del ganadero argentino está captando los indicadores que piden “desprimarizar” la producción de carne. 

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