Los productores agrícolas, como todos los ciudadanos del país, viven desde hace meses en una situación de incertidumbre debido a las consecuencias que deja en la economía la pandemia de Covid-19 y que se suman a una prolongada recesión en la Argentina.
Este año trajo además un problema adicional: la fuerte sequía que asoló a gran parte del corazón productivo argentino desde principios del otoño y le está pegando de manera directa al trigo.
Si bien en los últimos días se registraron algunas precipitaciones que alivian esta situación, todavía no son suficientes para revertir un escenario en el que ya se habla de mermas de rinde de alrededor del 50%.
En este contexto, otro de los análisis que están haciendo muchos productores es la inconveniencia de fertilizar al cereal ante la posibilidad de que esta falta de agua impida que el nutriente aporte más kilogramos por hectárea.
Desde Compo Expert sostienen que esta interpretación es errónea, al menos en lo que se refiere a los productos de aplicación foliar.
“A veces es una decisión de compra más emocional que racional. Los datos que hemos recogido a lo largo de 15 años de trabajo a campo y ensayos con Inta y universidades , muestran que la fertilización foliar responde mejor en años como el actual en los que el cultivo tiene un mayor estrés y está limitado a tomar nutrientes a través de su raíz debido al suelo seco”, aseguró Francisco Martellotto, Responsable de grandes Cuentas de la empresa en Córdoba, la provincia más afectada por el déficit hídrico.
En concreto, tanto en trabajos de campo como de laboratorio en conjunto con profesionales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), Compo pudo establecer que su producto Basfoliar Trigo aporta una diferencia de rendimiento de entre 340 y 380 kilos por hectárea, con una dosis de dos kilos por hectárea.
“Si se tiene en cuenta que el costo de esta aplicación es de unos 80 kilos de trigo, se está logrando una relación favorable tres a uno”, destacó Martellotto.
El ejecutivo insistió en que campañas como la presente son, paradójicamente, aquellas en las que menos fertilizantes se venden. “La pasada en la zona de Pergamino no fue buena y los resultados que obtuvieron en el Inta con Basfoliar Trigo fueron muy buenos”, remarcó.
Solución integral
Para Martellotto, un aspecto que también debe tenerse en cuenta es que lo usual es realizar aplicaciones solo de nitrógeno con el cultivo en hoja bandera. En este caso, la propuesta de Compo Expert es un NPK + SMg y M.E (Nitrógeno, Fósforo, Potasio), que también puede utilizarse en macollaje.
“Las recomendaciones que hacemos son de dos posibilidades de aplicación: una en pleno macollaje para mejorar la sanidad de la hoja, para que permanezcan en buenas condiciones más tiempo y con una dosis de dos kilos por hectárea”, explicó.
La segunda es para la zona triguera por excelencia del sur de Buenos Aires y zonas de alta productividad, a donde se apunta a mejorar los niveles de proteína y se puede aplicar de dos a ocho kilos por hectárea, dependiendo del resultado que quiera lograr el productor.