Productores de arándanos advirtieron que peligran 12 mil puestos de trabajo en el sector en el marco de la crisis del coronavirus, debido a que el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) solamente si cobra si no se perciben ingresos laborales.
En las vísperas de la campaña 2020, las empresas comenzaron con los primeros embarques con destino al exterior, y aseguran que entre octubre y diciembre el trabajo se intensifica y se necesita más mano de obra, principalmente en el NEA, donde se movilizan más de 12 mil personas en forma directa e indirecta.
Ahora, según explican, el problema es el “impacto negativo” del IFE que otorga el Gobierno Nacional, dado que se reduce la posibilidad de registrar a los trabajadores, dado que al hacerlo se pierde el beneficio.
“Nuestra actividad es una gran generadora de mano de obra que resulta imprescindible para poder exportar sus frutos y traer divisas al país. Es gratificante ver el mayor movimiento comercial que se genera en las ciudades sobre el fin de año de todo el personal que con tanta dedicación cosecha uno por uno los arándanos que hacemos crecer durante todo el año”, aseguran.
Ante esta situación, la Asociación de Productores de Arándanos (APAMA) presentó un proyecto en la Cámara de Diputados de la Nación que solicita al Ejecutivo la continuidad del IFE para trabajadores rurales temporales de economías regionales que realicen cosechas durante la pandemia del Covid-19.
La iniciativa está firmada por Mayda Cresto, diputada nacional por Entre Ríos y cuenta con el respaldo de 16 diputados nacionales.