En el marco del plan de lucha que lleva adelante Atilra, las empresas lácteas aseguraron que otorgarán un aumento salarial anual del 27,8% y desmintieron que se haya tirado leche.
La noticia se conoce después de la reunión que mantuvieron el Centro de la Industria Lechera (CIL) y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel) ante el Ministerio de Trabajo, a la cual el sindicato no asistió.
La propuesta salarial que se aprobó incluye un aumento del 13,6% a partir de julio con adicionales no remunerativos sobre el básico de julio del 4% a pagar en agosto y septiembre, 8% en octubre y noviembre y 12% en diciembre, lo cual representa una suba total a lo largo del año del 27,8%, que se suma al básico como remunerativo desde enero.
En donde no hubo acuerdo es en los aportes destinados a la Obra Social del Personal de la Industria Lechera (Ospil), por la intención de “no aportar por los trabajadores que no utilizan a OSPIL para su cobertura de salud, ya que el sindicato pretendió desde el principio que ese bono se pague por todos los trabajadores lecheros”, explicaron las empresas.
Después del paro total del martes, las medidas de fuerza por parte de Atilra continuarán hasta el domingo. En ese sentido, también se produjo un cruce: mientras el gremio dice que se tiró leche, la industria asegura que “se logró evitar el desecho de materia prima en los tambos o las empresas y se organizan las acciones correspondientes para atender la demanda del consumo“.