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Malezas en maíz: desde sus inicios hasta la actualidad

El incremento en la producción respondió a varios factores, entre ellos, al desarrollo de híbridos más prolíficos y con mejor comportamiento sanitario, al aumento de la superficie fertilizada, a la siembra directa y a variedades transgénicas, con buen comportamiento ante patógenos y resistentes al uso de herbicidas.

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El cultivo de maíz a nivel mundial representa la mayor superficie de siembra y producción. Es uno de los tres cereales con mayor demanda para proveer alimentos y generar derivados industriales. El incremento en la producción respondió a varios factores, entre ellos, al desarrollo de híbridos más prolíficos y con mejor comportamiento sanitario, al aumento de la superficie fertilizada, a la siembra directa y a variedades transgénicas, con buen comportamiento ante patógenos y resistentes al uso de herbicidas.

En Argentina, la adopción de los híbridos RG (Resistentes a Glifosato), “simplificó y disminuyo el costo de
producción” en el manejo de malezas, requiriendo de pocas herramientas químicas para su control. Esto provocó, en conjunto con el manejo previo que se venía realizando en el cultivo de Soja RG, un aumento de biotipos resistentes debido a una presión de selección ejercida por el uso continuo de herbicidas con un único mecanismo de acción, dificultando posteriormente el manejo de estas y provocando mermas en el rendimiento de maíz.

Según el Dr. Profesor Eduardo Leguizamón, del departamento de Sistemas de Producción Vegetal-Malezas, investigador CONICET, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Rosario, Zavalla, Santa Fe, desde el punto de vista de las poblaciones y comunidades de malezas los cambios más significativos fueron:

• Disminución de la abundancia
• Disminución de la dominancia
• Modificación en el listado florístico y en la frecuencia específica. “Desplazamiento de la flora”:
1. Aumento de Poáceas anuales de ciclo estival (Digitaria sanguinalis, Brachiaria sp)
2. Aumento de Asteráceas con dispersión anemófila, anuales (Conyza bonarienes, Carduus acanthoides) como perennes (Senecio grisebachii)
3. Aumento de dicotiledóneas anuales de ciclo otoño-invernal con tolerancia a dosis usuales de glifosato
(Bowlesia incana, Lamium amplexicaule)
4. Disminución de especies que requieren de estímulos de irradiancia y/o alternancia térmica para
desbloquearse (Datura ferox)
5. Disminución de dicotiledóneas sensibles a glifosato (Amaranthus quitensis)
6. Niveles estables de dicotiledóneas estivales (Anoda cristata) de difícil control con glifosato a dosis
normales (“tolerantes”).
7. Aumento de monocotiledones (Cynodon dactylon) que requieren dosis más elevadas de glifosato que las utilizadas usualmente.
8. Invasión de las mal llamadas “malezas nuevas”, pera-daptadas y antes confinadas a alambrados,
banquinas y relictos y/o suelos bajos, con tolerancia a glifosato (Commelina erecta, Chloris sp, etc)
9. Generación de biotipos resistentes a glifosato y a otros modos de acción.

¿Qué es la RESISTENCIA y TOLERANCIA?

“Ahora bien, ¿qué entendemos por resistencia? La resistencia es la capacidad inherente y heredable de algunos biotipos, dentro de una determinada población, de sobrevivir y reproducirse después de haber sido expuestos a una determinada dosis de un herbicida que normalmente sería letal para los individuos de una población normal de la misma especie. Por otro lado, puede ocurrir que todos los individuos sean capaces de sobrevivir a la aplicación del herbicida. En estos casos se dice que la especie es tolerante. Se entiende entonces por tolerancia a la habilidad inherente de una especie de sobrevivir y reproducirse después de ser expuesta a un tratamiento herbicida” (Resistencia de malezas a herbicidas, Marcelo de la Vega, Universidad Nacional de Tucumán).

Importancia de las MALEZAS y su control a tiempo

Debemos tener en cuenta que las malezas afectan en forma directa e indirecta al cultivo. En primer lugar, algunas liberan sustancias alelopáticas disminuyendo el crecimiento de los cultivos y además compitiendo por los recursos (agua, luz y nutrientes), provocando una interacción entre los individuos por la demanda común de los recursos limitados y que conducen a la reducción de la performance de esos individuos. En segundo lugar, dificultan la preparación de la cama de siembra, contaminan el producto cosechado, disminuyendo su calidad comercial y son hospedadores de enfermedades e insectos.

“El momento de emergencia de las malezas es importante para el éxito del manejo de malezas. La competencia por los recursos puede afectar el crecimiento y el desarrollo de los cultivos. Los individuos que surgen durante las etapas tempranas del crecimiento del cultivo tienen mayor capacidad de competir con los mismos” (Gibson et al., 2002).

Por ejemplo, según Mitich (1990), “Echinocloa crus-galli puede producir hasta 1 millón de semillas por planta en condiciones ideales de crecimiento, pero la producción de semillas puede ser muy plástica dependiendo de las condiciones del cultivo, la disponibilidad de nutrientes y la duración del día” (Maun y Barrett, 1986).

“En Ontario, Canadá, Bosnic y Swanton (1997) investigaron la producción de semillas de Echinocloa crus-galli en maíz e informaron que a una densidad de 10 plantas m2 de esta maleza produjo hasta 34.600 semillas m2 cuando el cultivo tenía 3 hojas diferenciadas, mientras que fue de sólo de 2.800 semillas m2 cuando el maíz tenía 4 hojas. En Grecia, con una densidad similar de 5 a 10 plantas m2, Echinocloa crus-galli produjo hasta 1.300 semillas por planta cuando la maleza emergió con el cultivo y de 170 semillas por planta cuando la emergencia de la maleza se retrasó hasta el estado fenológico de 6 hojas del maíz (Travlos et al., 2011). Asimismo, en Dakota del Sur, EE.UU., con una densidad de 1 a 3 plantas m2 de Echinocloa crus-galli la producción de semillas varió de 3.385 semillas por planta (antes de la emergencia del maíz) a 158 semillas por planta (cuando la emergencia de la maleza coincidió con un maíz de 2 hojas)” (Clay et al., 2005).

En síntesis, resulta clave en el cultivo de maíz controlar las malezas en estado temprano del crecimiento del cultivo, llamado periodo crítico libre de malezas, donde si no se efectúan en ese momento los controles adecuados se observan grandes mermas de rendimiento. En el cultivo de maíz es entre las 2 y 4 semanas desde la emergencia (V1- V6). El éxito del control depende de un monitoreo profesional y de la integración de distintas estrategias de manejo, como la prevención, evitando la introducción de nuevas malezas, contención con el fin de minimizar el impacto económico de una población de malezas, reducción tendiendo a reducir las poblaciones de malezas hasta alcanzar un valor aceptable y por último el control total de las mismas. Al momento de considerar la estrategia más conveniente no solo es suficiente conocer que especies tenemos en el lote sino también aplicar este programa más allá del ciclo del cultivo. Es decir, haciendo una “planificación”.

Control químico de malezas en Maíz

Si se considera el método de control químico, es fundamental conocer los flujos de emergencia de las malezas para controlarlas antes de su nacimiento con el uso de herbicidas pre emergentes, de esta forma estamos actuando en un único punto de crecimiento, garantizando controles más efectivos y disminuyendo la competencia inicial con el cultivo. Como se puede observar en el siguiente gráfico 1, muchas malezas primavera-estival comienzan su emergencia a comienzos de primavera, donde coincide en muchas zonas con la siembra del maíz de primera, y dentro de este grupo de malezas, las primeras en comenzar su ciclo son las monocotiledóneas y las amarantáceas, especies C4, que a igual que el maíz, son fotosintéticamente muy efectivas, logrando establecerse rápidamente en el lote.

grafico summit 1

Gráfico 1: Dinámica de emergencia de Amaranthus hybridus, Digitaria sanguinalis y Echinocloa colona Zonas: Amaranthus hybridus y Digitaria sanguinalis: Oeste de Buenos Aires-La Pampa (Trenque Lauquen, Gral. Villegas), Echinocloa colona: Núcleo (Zavalla) Fuente: Aapresid: https://www.aapresid.org.ar/rem-malezas/emergencias

 

Sin embargo, esto conlleva a considerar la selectividad y seguridad que presentan los herbicidas residuales hacia el cultivo y hacia los que están incluidos en el esquema de rotación. Para eso debemos tener en cuenta las características fisicoquímicas del herbicida determinando el comportamiento ambiental y la interacción con el cultivo. Como, por ejemplo, ciertas constantes físico-químicas; como la vida media y el Koc que van a afectar y a determinar la flexibilidad en la rotación por el carry over que presentan algunos herbicidas, siendo determinantes y limitantes en el esquema de rotación. También debemos considerar los distintos modos de acción de las formulaciones disponibles en el mercado para cuidar a los principios activos y prevenir o retrasar la aparición de biotipos resistentes.

Impacto del control en el rendimiento y costos/hectárea

Otro factor importante a tener en cuenta es el costo/hectárea que representa el control de malezas. La adopción de herbicidas más selectivos en los últimos años tuvo un incremento en el costo por hectárea de 20usd/ha a 50usd/ha, situación que obliga al productor a hacer una mayor inversión para manejar los problemas de malezas resistentes, sin embargo el retorno de la inversión es superior al manejo convencional que se venía realizando.

Summit Agro Argentina, empresa japonesa líder, ofrece al productor agropecuario Fierce RM, un herbicida pre emergente para el cultivo de maíz y soja para el manejo de malezas problemáticas como Amaranthus spp, Echinochloa colona, Chloris spp, Eleusine indica, Digitaria spp, etc. Fierce combina dos modos de acción, un Inhibidor del metabolismo (Pyroxasulfone 34,5%) y un Activador lumínico de ROS (Flumioxazin 15%). Al combinar dichos activos se alcanza un amplio espectro de control, ya que ambos son muy efectivos para gramíneas y latifoliadas, logrando un sinergismo. A su vez, por sus características fisicoquímicas, el herbicida presenta un bajo potencial de lixiviación y alta absorción a los coloides del suelo permaneciendo en los primeros centímetros del perfil; selectividad en el cultivo y seguridad en la rotación por la baja vida media que tienen los principios activos, permitiendo la flexibilidad de esta, presentando así, mínimas restricciones a la hora de volver a sembrar. Por último y no menos importante, está clasificado toxicológicamente como clase IV (banda verde), garantizando la seguridad en el usuario y el ambiente.

A continuación, se puede observar un ensayo realizado por Summit Agro en la localidad de Pueblo Muñoz, Santa Fe, para evaluar eficacia de control sobre Amaranthus sp, Eleusine sp y Echinochloa sp de distintos herbicidas residuales. También se evaluó el rendimiento final de cada tratamiento. La fecha de aplicación fue el 5/12/2019, la fecha de siembra fue el 7/12/2019 y la de incorporación de los pre emergentes fue el 30/12/2019 (45mm).

grafico summit 2

Gráfico 2: Resultados de aplicación de herbicidas pre emergentes en Maíz.

 

Como se puede observar en el gráfico 2, se logró un rendimiento superior con la aplicación de Fierce a dosis de 500cc/ha en comparación con los demás tratamientos. El porcentaje de control que se logró con la aplicación del herbicida fue del 98% a los 80 DDA.

En el siguiente cuadro 1, se puede contemplar la mayor ganancia/hectárea que se logró con la aplicación de FIERCE RM, donde si bien el costo/hectárea del tratamiento es superior a una mezcla convencional, se logra un retorno de la inversión al aplicar un herbicida residual con amplio espectro de control y un excelente comportamiento ambiental. En definitiva, cuando se lo compara con otros productos que se utilizan en el cultivo de Maíz, FIERCE RM te ofrece el menor costo diario de control gracias a su gran residualidad, obteniendo más días de control efectivos, lo que se traduce en más rendimiento.

grafico summit 3

Cuadro 1: Resultados obtenidos en rendimiento y ganancia (qq/ha) según tratamiento. (*No se tuvieron en cuenta los costos de comercialización)

Si evaluamos el costo/hectárea de las aplicaciones realizadas en el ensayo y tenemos en cuenta los costos fijos del cultivo (insumos para el barbecho, siembra y controles en post emergencia, más los costos de las labores) sin considerar los gastos de comercialización, rondan aproximadamente en 44,4 qq/ha más el costo del herbicida residual.

Es fundamental tener en cuenta todos los puntos mencionados con anterioridad a la hora de definir la siembra del cultivo de maíz. El éxito del control de las malezas va a depender de un manejo integrado de las mismas, con una “planificación” acorde a cada lote. Debemos aprender a convivir con las malezas tratando de eficientizar y minimizar su impacto en los cultivos, tratando de evitar o retrasar la aparición de nuevos biotipos resistentes para lograr una agricultura “sustentable y sostenible” en el tiempo.

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