Moreno, la capital nacional del plantín floral, también es víctima de una ola de inseguridad que creció significativamente en las últimas semanas.
Así se lo contó a Infocampo el floricultor Pablo Araki, quien ya sufrió varios robos de plantas al igual que varios de sus colegas que producen en esa zona de la provincia de Buenos Aires. La novedad es la modalidad: antes, se llevaban las plantas completas; ahora, las arrancan de las macetas para embolsarlas y llevarse mayor cantidad.
“Si bien siempre sufrimos robos, esto nunca lo habíamos visto. Supimos que en la zona de San Pedro sucede lo mismo con rosales y otro tipo de plantas que están en tierra“, contó Araki.
El productor comparó la situación en Moreno con lo que ocurre con las roturas de silobolsas y los incendios en los campos productivos, y remarcó que, por el momento, no hay medidas por parte de las autoridades provinciales.
“Coincido con el ganadero que dijo que así se hace muy difícil trabajar”, aseguró.