Para alcanzar la máxima eficiencia en la producción de huevos de gallinas ponedoras existen diversos factores a tomar en cuenta.
Un relevamiento de la firma de nutrición animal Esifar demostró que la cantidad de huevos que se obtienen pueden variar, mientras que el tamaño y el peso sí pueden controlarse con cierto manejo nutricional.
Tamaño y peso
En cuanto al tamaño, el estudio encontró un incremento paulatino cuando el porcentaje de proteína bruta en la ración se halla en el intervalo 9 – 17%.
Es importante destacar el rol de los aminoácidos: el más referenciado como limitante para el tamaño es la metionina. Para niveles adecuados de proteína bruta en el pienso, rango entre 17 y 21%, es la metionina el factor que va a marcar los incrementos de tamaño.
Otro factor es el ácido linoleico, que a niveles del 1,2-1,4% maximiza el tamaño del huevo. Para niveles energéticos adecuados, la que nos ayuda a elevar el peso del huevo es la grasa añadida.
Estos factores, junto a cualquier aditivo que ayude a mejorar la digestibilidad de los nutrientes, como pueden ser los acidificantes, promotores de crecimiento o emulsionantes, pueden ayudar a incrementar el peso del huevo.
El informe también señaló que los aumentos de luz por encima de 14 horas ayudarán a aumentar el peso del huevo, el consumo por ave y día, así como la mortalidad del lote, al asumir como habituales a los programas de iluminación constante 16 horas luz/8 horas oscuridad.
“Existen varios factores ligados a nutrición, manejo y genética que nos ayudan a manipular el tamaño del huevo. Por separado, pueden ser de utilidad incompleta, pero manejados en un programa que englobe las tres ‘disciplinas’ pueden dar resultados satisfactorios, permitiéndonos acoplar nuestra producción de huevos al mercado fluctuante en que nos movemos”, resaltó el estudio de Esifar.