El corte de ruta en el límite de Santiago del Estero y Tucumán que se llevó a cabo este jueves arrastra una problemática que ya lleva varios meses en el NOA, más precisamente desde que se inició la cuarentena por la pandemia de coronavirus.
Al menos así lo señalan desde Apronor, la asociación civil que nuclea a productores agrícolas y ganaderos del norte que aseguran que producir en la región se convirtió en una “verdadera odisea”.
Es que, si bien flexibilizó en forma interna, Santiago del Estero está limitando los accesos desde otras provincias, y quienes llegan de Tucumán se encuentran con la imposibilidad de ingresar a los campos en plena cosecha de maíz y en un momento de caída de rendimientos por el estrés hídrico.
“Los lotes están arrojando rendimientos de 4.500 a 5.000 kilos por hectárea y el productor no llega ni cerca a la cantidad de kilos que debe cosechar para pagar los cotos de producción. Además de la alta presencia de insectos vivos que impidió su comercialización, y el precio del maíz que viene en picada. Y como si fuera poco, las autoridades santiagueñas no nos dejan ingresar. Nadie de otra provincia puede hacerlo”, se quejan desde Apronor.
La situación explotó esta semana con el corte total que duró tres horas en la RP 303 a la altura de la localidad Las Cejas, a metros del puesto de control policial santiagueño. La medida de fuerza generó una larga fila de camiones, que sí pueden circular, hasta que la Policía cedió a un acuerdo con los productores de Tucumán para que puedan ingresar a la provincia a cambio de que liberaran el paso de los camiones.
“Reconocieron la legitimidad de nuestro reclamo”, explicaron los productores, que además recibieron el compromiso de las autoridades de Santiago para buscar un mecanismo que les permita llevar adelante sus tareas. “Les dejamos en claro que si el gobierno no flexibiliza su medida, volveremos al lugar a acampar hasta que nos permitan trabajar”, remarcaron.
Desde Apronor hacen fuerte hincapié en que la actividad agropecuaria está considerada esencial y exceptuada de la cuarentena por el decreto del PEN 297/2020 en su Artículo 6°. Sin embargo, aducen que desde marzo que sufren el “atropello a la libertad de circulación”, y con la situación del maíz, se les “colmó la paciencia”.
“Esta es de nuestra odisea para producir, esta es la odisea de los productores, la odisea de los giles que trabajamos y aportamos a este país. Seguiremos luchando para salvar la campaña, para poder cosechar y así poder pagar los gastos y cumplir con nuestros compromisos. Queremos recuperar lo que nos pertenece: el derecho a circular y a producir“, dispararon.