Citricultores de Entre Ríos se declararon en alerta por el aumento de casos de coronavirus en el sector en las últimas semanas.
La cantidad de infectados genera fuerte preocupación en la Federación del Citrus de Entre Ríos (Fecier), que agrupa a asociaciones de productores, empacadores y exportadores de la provincia, y tiene como áreas de influencia a las zonas de Villa del Rosario, Federación, Chajarí y Concordia.
“Les solicitamos a quienes trabajen en forma permanente en los lugares de circulación del virus que permanezcan en sus lugares hasta que esto pase, y no vengan a nuestras ciudades, salvo por casos de fuerza mayor”, pidió el presidente de Fecier, Ariel Marcelo Panozzo Galmarello.
Qué pasó
Para Panozzo, esta situación “era previsible”. Y así lo ven también desde el gobierno provincial, que ya se reunió con integrantes del Comité de Emergencia Sanitaria y referentes de los sindicatos de Camioneros y de la Fruta para analizar el escenario.
Los primeros días de junio se registraron casos en Mocoretá, en Corrientes; luego, por primera vez, en Chajarí, y más adelante, en Concordia. La cuestión que más atemoriza a los dirigentes es la fluida vinculación que hay entre esas regiones a través del transporte, dado que todas están conectadas también con Buenos Aires, especialmente con el Mercado Central, donde se sabe que hay circulación del virus.
Si bien en Mocoretá el trabajo de la fruta está frenado por orden del intendente tras detectarse ocho casos, en Chajarí continúan en actividad, aunque el gobierno pidió que quienes viajen a Buenos Aires traten de evitar el regreso.
Según calculan en el sector, cada día salen 800 camiones de la zona citrícola entrerriana con cajones dcon fruta que tienen como destino final los mercados Central, 3 de Febrero y de Beccar, además de comercios de Santa Fe y Rosario.