Se mantiene la preocupación en el sector agroexportador por la dramática bajante del Río Paraná a la altura de los puertos rosarinos de la cual no hay registros desde el año 1971, informa la Bolsa de Comercio de esa ciudad.
Bajo una situación normal, el calado de las terminales de Rosario – San Lorenzo – Timbúes es de 34 pies y, actualmente, está en torno a los 29 pies, agudizando las precauciones que deben tener los operadores a la hora de cargar los buques y recortando los volúmenes que pueden embarcarse por unidad.
¿Qué implica esto? Significa una pérdida promedio de capacidad de carga de sólidos, para buques de tipo Panamax (o similares), de unas 2.000 toneladas por cada pie perdido. Se puede decir entonces que la bajante les está costando a los operadores la posibilidad de cargar unas 10.000 toneladas por cada buque de este tipo que sale del Gran Rosario.
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Lo descripto no hace más que confirmar el agravamiento de la situación en el arco portuario del río Paraná, “con una disminución fuerte de las lluvias sobre toda la cuenca del Plata…”, tal como lo hace notar el Instituto Nacional del Agua (INA) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en un informe actualizado al jueves 21.
Cabe destacar que el concesionario de las tareas de dragado y balizamiento de la vía navegable troncal no está obligado a dragar cuando el nivel del agua está por debajo de los 2,47 metros en el hidrómetro de Rosario. Sin perjuicio de ello, lo ha seguido haciendo.